Cronicalaveras
Alfonso Cerdenares Domínguez
A Héctor Acevedo Rivera.
Ya se murió Peluchín,
se lo llevó la calaca
esa canija re’flaca,
se la tuvo que partir.
Luego de ser candidato
que nunca supo perder
en el SUSPEG, un sindicato,
donde el polvo fue a morder.
Por mera consolación
y la calaca canija
su cajón ya le apartó.
Pues el diablo lo cachó
en la mera corrupción,
de gente llenó la oficina,
pues quería gran procesión.
La parca se lo advirtió,
no seas pájaro trompudo,
pero Acevedo Rivera,
de por sí era coludo.
Ahora en la coordinación
del PNL-Estatal
se escuchan las calaveras
leyendo libros del mal.
*****
A Efrén Leyva Acevedo
Se ha llevado la huesuda
a este porro del averno
lo dejó en la sepultura
y lo turno hasta el infierno.
El Choky tuvo la culpa
de tan tremendo suceso
y hoy sus correligionarios
ya festejan su deceso.
Aquí yacen los restos
de Efrén Leyva Acevedo
rezaba un epitafio
allá en el panteón central,
pues la canija calaca
hizo del líder remedo,
ya lo tenía en la lista
de gente muy infernal.
*****
Al espurio Calderón
De luto se encuentran Los Pinos,
ya se murió Calderón,
el espurio presidente,
ya lo llevan pa’l panteón.
Una guerra declaró
en un ataque de histeria
y al pueblo mexicano
lo llenó de gran miseria.
Mas la canija calaca
pronto se le apareció
y a Felipe Calderas
con el diablo lo turnó.
Ya me voy a despedir
como lo dice la iguana:
"que se acabe en hora buena",
si me he de acabar mañana,
pues el Felipe Calderas
trata de imponer a su hermana
como vil gobernadora
de la tierra michoacana.
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