lunes, 31 de octubre de 2011

COLUMNA

La Jaula de Dios


Jesús Pintor Alegre


Con olor a pan de muerto. En estos días, donde se han suscitado diversas actividades, varias no muy gratas, otras, que cargan con la fe del pueblo, y que se llevan incluso con su movimiento, como el recorrido de las reliquias del Papa Juan Pablo II por el país y el estado. Estas diversas figuras, se entornan al misticismo y la idiosincrasia de estos días de muertos, cuando nos visitan los que se nos han adelantado, y que algún día, el menos esperado, los habremos de alcanzar.
Ello, muy a pesar de que no es grato hablar de muertos, si consideramos el alebrestamiento del panal que ocasionó nuestro flamante Napoleón Bonaparte, que cobra como presidente de la República, y que ha bañado en sangre a nuestra nación, con el aporte hipócrita de una Independencia confusa, y un grito de Dolores, Hidalgo, realmente de dolor.
La frase con Olor a Pan de Muerto, no es otra cosa que algo que encierra sobre sí misma, toda la fuerza de nuestro pueblo, el verdadero, que sin excluir lo del Halloween en base de que como nación y más con el neoliberalismo, estamos expuestos a las influencias; sin embargo, con Olor a Pan de Muerto, que es un libro de la profesora Constantina Parra Rogel, prologado por el maestro Hermilo Castorena Noriega, nos deja el sabor de nuestro pueblo.
Pero también nos enmarca en ese mismo juego de las figuras, la del menoscabado David Jiménez Rumbo, quien creyéndose indispensable y casi el ombligo del mundo, ha ido de tropezón en tropezón, lo que sin duda, si este espacio fuera dedicado a las calaveritas tradicionales, sería quien encabezaría la lista, para satirizarlo, como ente que no sólo es evanescente por estos días de muertos en su encomienda como titular de la secretaría de Desarrollo Social, sino que lo es realmente.
A lo pronto, le fue retirado el programa 3x1, que es algo que tiene que ver con las obras y acciones a favor de los migrantes guerrerenses, y que básicamente radican en Estados Unidos, un programa que recibe la aportación de tres aristas: la federal, la estatal, y la de ellos mismos como primeros interesados. Sin embargo se ha topado no sólo con el desinterés del titular de la Sedesol, sino con su incompetencia y su desdén.
David Jiménez Rumbo, al que le han colgado todos los motes del mundo, y que resalta el de «el Loco», en vez de mostrar humildad y reconocer sus errores, se ha dedicado a atacar inclusive al mismo gobernador, Ángel Heladio Aguirre Rivero, a quien ha metido en su dinámica paranoica, y ha asegurado que quieren acabarlo políticamente, porque le temen como perredista y dirigente del grupo hilarante por sus siglas «GG».
Este día David Jiménez Rumbo es nuestro primer fantasma en el estado, y se dice literal, es nuestro primer hacedor de nada y ocurrente de todo. El Rambo de cartón, ha reducido su trabajo como funcionario, en atacar a todos los que le tratan de hacer ver sus errores, y de defenderse al estilo pueril, negando todo, y calificándose como un ser temido por su capital político.
Sin embargo, este personaje que ha ocupado muchos espacios en los medios de comunicación, y ha sido tema a comentar en casi todos, incluidos los de sociales y culturales, basa su poder volátil en la herencia que le dejó el diputado local Armando Chavarría Barrera, ese mismo del que su caso sigue allí, donde las autoridades continúan haciéndole al Tío Lolo y como que la virgen les habla.
David Jiménez Rumbo es un buen porro, un buen perredista opositor al poder, un buen elemento para inquietar al gobierno, un buen hombre de izquierda, que le echa la culpa al gobierno de los atrasos de este país y este estado, por lo que exige su pronta acción… sin embargo, se olvida de un punto importante: el Rambo de caricatura es gobierno, es parte ejecutiva de este gabinete que no termina por acomodarse.
Si hay algo que al gobierno de Angel Heladio Aguirre Rivero le estorba, es sin duda, David Jiménez Rumbo, pues no es grato enterarse, que en su secretaría, con la fina idea de fortalecer a su grupo, se ha llenado de perredistas que en su mayoría no saben qué hacer, y su jefe, al notar eso, se llenó de asesores a los que repartió hasta para su secretario particular, y que al notar que sus asesores también desconocían, contrató a asesores para sus asesores, todos pintados de amarillo.
Con esa actitud, no se avanza. Nadie duda, en verdad, que haya perredistas capaces, profesionales y entregados, perredistas serios y con el objetivo de sacar al estado del atraso en que se encuentra, pero esos perredistas, o se encuentran difuminados en un puesto de bajo perfil y sin derecho a opinar, o simplemente son desempleados. Aunque también se debe aclarar y reconocer, que dentro del gabinete aguirrista, hay algunos perredistas que se salvan, pues si bien no todo es miel sobre hojuelas, tampoco no todo es hiel.
De allí, entonces, que nuestro personaje, flamante funcionario y flamante aspirante a la alcaldía de Acapulco, tenga olor a pan de muerto, de él se aspira el copal, las flores de cempasúchil, y todo el aroma de la ofrenda con esa fuerza mexicana, todo, hay que decirlo, como metáfora de esta política de la risa.

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