jueves, 17 de noviembre de 2011

COLABORACION

Demonios del ropero


Emilio Nahín Rojas Madero

«Mi vida por una mejor Nación»


«El hermano de Antígona cometió desacato, por lo que el emperador ordeno su ejecución y exhibición de su cadáver como ejemplo y sin derecho a sepultura. Por lo que su hermana Antígona le secuestro y le dio inhumación; ésta desobediencia molesto al soberano y la mando arrestar. Ya ente él, la cuestiono –»si yo soy el emperador, único con potestad de ley; ¿Por qué osas contradecir mi mandato?»–. Y Antígona respondió –»no desacredito que usted es el sumo y respetable dictador de la ley que nos rige en la tierra; sin embargo, existe una ley que no está escrita, pero que es superior a usted y a mí, que me obligo a contradecir sus leyes: la moral»–. (Extracto de la Antígona de Platón)
Tan solo trascurrieron 19 horas; desde que envié el artículo «La falsedad de la Autonomía de los Estados Mexicanos» en la que se vierten cuestionamientos en contra se las violaciones a los derechos humanos de las personas con afinidades sexuales diferentes. Criticando a su vez; la falta de inclusión que hizo la legislatura local del Distrito Federal para con el resto de las entidades federativas que integran a México; para aprobar una ley que otorga derecho al matrimonio a personas del mismo sexo. Cuando ese caso que puse como simple ejemplo del matrimonio entre Juan y Pedro, rebasó la realidad. Y todavía se dejó al aire la pregunta de: ¿Qué demonios nos esperan tras el armario después de ésta violación a la autonomía de los Estados «soberanos»?
Al llegar a la universidad; aun compañero de clases me abordo y me comento lo sucedido. –»una pareja de homosexuales; caminaba de la mano por la costera, cuando se les ocurrió compartir un beso, en plena vía pública, con el transitar de hombres, mujeres, jóvenes y «niños». Esto enardeció a un policía; el cual se abalanzo sobre ellos, para exigirles respeto por faltas a «la moral». Esto indigno a dicha pareja; la cual inmediatamente saco copia del acta de matrimonio, recientemente celebrado en el DF. Alegando que se encontraban en el puerto, en plan de «Luna de Miel». Pero lo que respondió el representante de la ley fue que si se casaron en el DF, allá se debieron de haber quedado; pues lo que respecta a las costumbres y normas del puerto; el actuar de la pareja incurre en faltas a la moral y violación a los usos y costumbres»– (pues estos últimos no son de uso exclusivo de las comunidades indígenas; sino de toda una construcción conductual de una sociedad). Si bien es cierto; éste gendarme incurrió en el delito de abuso de autoridad y debe ser sancionado.
Pero después de la sanción; es preciso analizar su argumento y por más que le demos vueltas, no queda duda más que decir que es válido, –»Mal actuar; pero bien fundamentado, al verter que las normas que regían al Estado de Guerrero y al puerto, eran otras; en las que el proceder o actuar, de dicha pareja matrimonial, fue una violación y una falta a la moral–; lo que a provocado una contradicción de tesis, entre las leyes del DF y las del resto del País, en materia de derecho civil y social. Si en Acapulco; que es una ciudad donde se supone que se deben asimilar estas cuestiones; por tonto que se escuche, algunas áreas geográficas (como parque Papagayo) prohíben el contacto físico entre las parejas «normales», cuantimás a las parejas del mismo sexo. Y si se piensa que tan solo ésta entidad federativa tiene complejos sociales; también podemos mencionar a Guadalajara, Jalisco. Lugar en donde debes trasladarte varios kilómetros para poder encontrar algún bar, burdel o casa de citas.
Si los matrimonios lésbicohomosexuales; lucharon para tener el derecho a la vida conyugal, bajo el amparo de las leyes jurídicas el Estado. Bien merecida es la reforma a la ley de convivencia social; sin embargo, ante ellos se ciñe una nueva lucha. La de concientizar a toda una sociedad para que ésta practique algo de lo que en mucho carece y se le conoce como «tolerancia». Una reforma a la ley; debe ser apegada con base a las condiciones sociales de una entidad, pero ante una norma que rebasa la autonomía de los Estados; así como sus usos y costumbres. ¿Cómo se espera que el pueblo reconozca de la noche a la mañana una norma heterónoma? Y más aún cuando ésta no encaja en su cuadro conductual social.
El derecho objetivo, es aquel que se encuentra plasmado en la ley, códigos, estatutos o carta magna. Y el derecho valido es aquel derecho objetivo, que es aceptado por la sociedad. Luego entonces; aquí resalta la otra duda legal. El derecho ¿Puede ser objetivo, pero no valido? Todo lo escrito en los libros normativos anteriormente nombrados; es ley. Sin embargo; cuando una ley no es acatada y cumplida por el resto de la sociedad, ésta pierde valides. Ejemplo: si un trasportista se cruza el semáforo en rojo y llega a ser detenido por la autoridad, éste se someterá. Pero si veinticinco trasportistas se cruzan el semáforo y solo uno es detenido por la autoridad, éste no se someterá, al menos de que se detenga al resto de los infractores. Por lo que la autoridad queda desarmada y sin fundamentos legales para poder alegar.
La legislatura del DF, tan solo legislo y aprobó la reforma social; contemplándola desde el lado jurídico, desde la norma jurídica. Pero dejo de lado a las otras formas de la norma; aquellas denominadas como religiosas, las de trato social, pero sobre todo a las normas morales. Esas que de manera instintiva están enraizadas psicológicamente en el ser, colocándolas por sobre las jurídicas y que al igual que Antígona; éstas obligan a nuestro instinto a actuar y obedecer, ante su violación. Si de esta trasformación antisocial fue víctima el vigilante que amedrento al matrimonio ¿Qué trasformaciones antisociales ocurrirán en toda una sociedad que aún no está preparada para aceptar estos matrimonios? En primer instancia; para que una legislación apruebe una reforma de esta magnitud, debió haber comenzado un una serie de pasos; debidamente sistematizados como la educación, concientización social y conquista de al menos tres de los cuatro tipos de normas existentes (jurídicas, religiosas, morales y de trato social).
Pues la cosmovisión de los defeños no es la misma mentalidad que la del resto de los Estados de la república. Por lo pronto; el derecho valido y las normas morales han sido esos primeros demonios que salieron del armario, respaldándose en su derecho de autonomía, para hacerle frente a una reforma que no pidió opiniones y simplemente se impuso y se impone al resto de los Estados. Mientras la sociedad no esté lista para estas trasformaciones sociales; no se puede desestimar que la lucha de debe seguir dando. Pero por lo pronto; y si estuviese en esos zapatos, me conformaría con cumplir esa regla que mi madre antes de mis viajes me suele decir –»A la tierra que fueres, haz lo que vieres»–. Comentarios: romaen73@hotmail.com

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