martes, 8 de noviembre de 2011

COLUMNA


El Grillito sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez


**El premio otorgado por Proceso…
NOS LLAMÓ LA ATENCIÓN EL PREMIO OTORGADO POR LA REVISTA PROCESO, a dos de los reporteros presuntamente destacados del periodismo guerrerense, Marlén Castro Pérez y Rogelio Agustín Esteban, por el reportaje «Carrizalillo, el infierno a cielo abierto»; el hecho nos permitió rememorar cuando ambos comenzaban a dar sus primeros pasos reporteriles, una en el diario local Vértice y el otro en La Crónica, Vespertino de Chilpancingo; éste último, tenazmente dirigido, desde hace más de 16 años y medio, por el ilustre periodista, oriundo del municipio de Olinalá de la Región de la Montaña, Javier Francisco Reyes; en verdad, es loable la tarea que don Pancho –como lo conocemos varios de los que ahora escribimos en las páginas de sus publicaciones, El Matutino de Guerrero y, obviamente,
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo –ha hecho al interior del periodismo en la Región Centro; a más de uno le ha dado la oportunidad de hacer sus «pininos» en las diversas ediciones que se publican diariamente; aquí empezó Rogelio Agustín Esteban, aquí se pulió, gracias a las observaciones de don Pancho; sin embargo, pocos de los que han desfilado por las páginas de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo se acuerdan de sus inicios y ni siquiera pasan a darle un cordial saludo a don Pancho Reyes; ¿más nombres?, Felipe Zurita, quien colabora para diversos medios, entre ellos algunos de radio y televisión, que pareciera que se avergüenza de sus primeros pasos en el periodismo y de su maestro, pues quiérase o no, don Pancho Reyes ha sido maestro de más de uno, nos ha enseñado a expresarnos a través de las letras, para que el lector entienda el mensaje que le queremos dar; otro más es Pedro Arzeta García, ex secretario general del SNRP, con sede en Chilpancingo; Israel Díaz Acosta, quien de reportero de nota roja pasó a ser el mero chipocludo del Novedades de Chilpancingo, como jefe de información; Manuel Cruz Calderón, de la patrulla de la radio Capital; Yamileth Reynoso Nuñez, Yamilet Villa Arreola, Josefina Aguilar Pastor, Marco Antonio Luna García, quien ha incursionado en el mundo editor al hacer su periódico «El Águila de Guerrero» con el que ha intentado darse conocer en contadas ocasiones; claro está, no podía faltar el amigo de siempre, don Delfino Cantú Rendón, director y editor del periódico de corte regional Interdiario Informativo El ABC en la Montaña que, el próximo año, habrá de cumplir diez años de publicarse ininterrumpidamente; desafortunada o afortunadamente, éste último es el único que frecuenta la casa donde recibió la oportunidad de levantar el vuelo; los demás –al menos desde nuestro punto de vista –son una bola de desagradecidos que ni se acuerdan que don Pancho Reyes les abrió las puertas de sus publicaciones, sin condición alguna; ahora, es Rogelio Agustín Esteban, corresponsal del Diario Milenio, quien se ha ganado un premio de una revista muy prestigiada a nivel nacional, como lo es Proceso y seguramente ni se acuerda de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, mucho menos de El Matutino de Guerrero ni de DON JAVIER FRANCISCO REYES QUIEN, AUNQUE NO LO RECONOZCA, ES SU MAESTRO en estas lides periodísticas; en fin, no queremos que le haga reverencia ni mucho menos, pero sí que le dé su lugar a una editorial que lo vio nacer hasta llegar a donde ha llegado, de otra forma, sería un gris reportero, con sus defectos y sus virtudes, pero como ahora se siente una «vaca sagrada» del periodismo guerrerense, pues con su pan que se lo coma y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com
**Don Javier Francisco Reyes maestro de varias «vacas sagradas» del periodismo guerrerense…


2 comentarios:

  1. QUE BUEN COMENTARIO GRILLITO, PUES MUCHOS PERIODISTAS CHAYOTEROS YA SE SIENTEN VACAS SAGRADAS, OJALAS Y EL ALACRÁN A TRAVÉS DE CECILIO, LES DE UNA BUENA REPASADA A ESTOS INGRATOS QUE SE HAN AYUDADO SOLOS Y NUNCA A LA CRONICA QUE LES DIO LA OPORTUNIDAD..

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  2. Por alusiones:

    Siempre he reconocido la importancia que La Crónica, Vespertino de Chilpancingo tiene –y hablo en tiempo presente- para mi formación como reportero.

    Su línea crítica y abierta se acopló a la mística de trabajo heredada por mis padres, así como a la formación que recibí en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
    Para la Crónica cubrí dos eventos que dejaron una profunda marca en mi trabajo reporteril: Los destrozos del huracán Paulina en Acapulco y la masacre de los 11 indígenas de la comunidad del Charco, en Ayutla de los Libres.
    Ambos hechos ocurrieron en 1997.
    Marchas, plantones y desalojos, procesos electorales y todo tipo de eventos, son parte de un anecdotario que me tocó vivir en el vespertino más importante de la ciudad.

    Para don Javier Francisco Reyes siempre he tenido respeto, admiración y reconocimiento. El tiempo que colaboré para él fue simplemente memorable.

    Ahí conocí amigos entrañables, como el columnista Florentino Gatica, Delfino Cantú, Domingo Francisco, a Toño Luna, mi tocayo Agustín Nava y el inolvidable Javier Maciel, con quien pude establecer una solida amistad antes que la enfermedad nos lo arrebatara.

    Son muchos los recuerdos gratos que guardo de gente buena y trabajadora, como Ambrosio y Noé, Además de mi maestro en la escuela de Ciencias de la Comunicación, Noé Mondragón Norato.

    Aproveché la alusión del señor Alfonso Cerdenares para redactar estas líneas.
    No soy vaca sagrada, me falta mucho para ello y espero nunca adquirir esas dimensiones, porque me gusta ser reportero de a pie.

    Trato de mantener la misma actitud de los primeros días en el oficio y si bien percibo un poco de mala vibra en la columna del compañero Cerdenares, tengo la certeza de que es porque no hemos tenido la oportunidad de charlar.

    Ya se dará la oportunidad.

    Agradezco la mención del 8 de noviembre en la columna del grillito sin censura, por que me dio la oportunidad de solicitar la palabra y arañar un poco de espacio en este medio, del que guardo un profundo cariño.

    Aprovecho la ocasión para reiterar mi agradecimiento por el tiempo, la paciencia, enseñanza y la oportunidad que generosamente me otorgó don Francisco.


    Rogelio Agustín Esteban

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