viernes, 25 de noviembre de 2011

PRIMERA PLANA


Los Moros, Los Manueles, Los
Viejos, Las Mojigangas y Los Mudos

-Entrevista a don Leopoldo Alonso Carbajal-
(Tercera y última Parte)



Héctor Contreras Organista.--Vamos a pasar a tu fuerte, a lo que desde niño te gustó. Platícame de la danza de Los Moros.
«Esta danza siempre llamó mi atención. Era pequeño cuando veía que salían de la calle para San Mateo o se iban para la colonia Guerrero y le decía a mi jefa: Deme chance. Ella respondía: No, estás chiquito, te van a arrastrar. Espérate a que tengas unos diez u once años. Y a los doce años fue cuando empecé a salir de Niño de los Moros».
-¿A dónde fuiste, o cómo te dieron la oportunidad para que salieras?
«Es que los Moros los ensayaban cerca de la casa. En la calle de Ocampo, y ahí es donde le dijo mi jefa: Dele chance, don Goyito. Y don Goyito respondió: Pero no va a aguantar, está chamaquito, está niño, lo van a arrastrar. Entonces mi mamá le dijo: Es que él quiere. Bueno, ldijo don Goyito, le vamos a dar chance, pero si llora, yo lo acabo de completar. Y, órale, pues. Ya ves que la corrida del Niño es el son más pesada de la danza de Los Moros».
-Sí, es tremendo el esfuerzo. Y don Goyo, ¿cómo se llamaba?
«Gregorio Julián, era vecino, en Ocampo. El vivía en el número 54 y yo en el 51. Cerquita. El los ensayaba. Anteriormente hubo varios que los ensayaron, un señor, don Chano Castro, del bordo, y de ahí don Esiquio García, que después se dedicó a los tlacololeros. Y de ahí, el hijo de don Goyo empezó a ensayarlos, don Javier, y el que tocaba era don Galdino Julián, todos ellos eran Julián, hijos de don Gregorio».
-¿Y ahí cuántos pares son?
«Somos seis, más el Alférez. Somos trece elementos. El Niño va con el Señor Santiago, al que también se le conoce como La yegua».
-¿Quiénes son los personajes principales?
«El Señor Santiago, o la Yegua, es el que lleva la yeguita o caballito atado a la cintura, como imitando que fuera montando el caballo. El hace pareja con el Niño. Es el guardián de él. Su vestimenta es con pantalón blanco, lleva un chalequito, una camisa blanca abajo, ahí va amarrado el caballito; lleva una capa de terciopelo rojo, bordado de antejuela y con los dibujos del Señor Santiago, a veces. En la cabeza lleva un sombrero forrado con satín rojo, lleva espejos, lleva la media luna, collares y el machete».
-¿Quién sigue, después de El Niño y Santiago?
«Siguen los moros, los principales, los que hacen la pelea con el Alférez, los cuatro moros cabezones. Son cuatro en el son del Alférez, ahí esos cuatro pelean con el Alférez, que trata de defender al niño, porque es el que anda de guardián del niño y pelea contra los cuatro Moros cabezones. Los demás son moros que andan bailando solitos y se pasean, pero en la danza la escenificación principal es entre el Señor Santiago, el Niño y el Alférez. Los dos Pilatos son los que van hasta atrás, los que en la corrida se roban al niño, y el Señor Santiago anda persiguiendo al Pilatos para rescatar al niño. Son dos Pilatos. Primero se lo roba uno, con la ayuda de un Moro, y son quienes van a jalar al niño, andan bailando en medio de la columna, y el Moro se lo lleva al Pilato y ya el Pilato se lo lleva. Pero se dan unas corretizas y unos trancazos muy fuertes, porque a veces arrastran al niño y lo arrastran feo. A mí me tocó salir de niño: Me dolió, pero me gustó».
-¿En qué año sería cuando saliste de Niño de Los Moros?
«En 1961, más o menos».
-¿Qué es lo que más te gustó de la danza?
«Vestirme de Yegua. O sea, de Santiago, eso es lo que más me motivó. Oiga, le decía a don Goyo: Pero está chaparrito. No importa, nomás que sepa bailarlo y, órale: Llévatelo. Y me la tuve que haber llevado».
-Y en la danza tocan el tambor y la flauta, que en ese tiempo, me dices, la tocaba don Esiquio García.
«Sí, la tocó don Galdino Julián, hijo de don Goyo; la tocó don Esiquio y en la actualidad la toca mi hermano, Onésimo Alonso Carbajal. El ya tiene su danza de Moros».
-Qué bueno. Sé que la flauta de la danza de Los Moros es diferente a la flauta de la danza de Los tlacololeros.
«Sí, es de carrizo pero son diferentes los sones, y las flautas también son diferentes, porque la de Los Moros tiene muchos agujeritos, son como seis, y la flauta de Los Tlacololeros son tres, esa es la diferencia y los sones son diferentes».
-¿Cuántos son los sones que se tocan en Los Moros?
«Son seis u ocho. Y la danza dura como una hora, bailando todos los sones».
-¿Ha cambiado la danza?
«Sí, en que antes los comisionados eran enérgicos. Decían: vas a salir pero vas a cumplir, si no la patrulla va por ti. Antes se le daba gusto a la proyección de los Moros, y la vivíamos y la disfrutábamos. Antes nos teníamos que vestir el 24 de diciembre a las tres de la tarde para ir amaneciendo el mero 25, a las seis de la mañana. Y otra vuelta, a las diez de la mañana tener que vestirnos, hasta las cuatro de la tarde. El 25 íbamos a las casas a bailar».
-Las máscaras de los Moros son diferente a las de las demás danzas.
«Sí, sí, claro que sí, luego luego se ve. Si te das cuenta en El pendón, se ve la diferencia entre los Moros cabezones, porque todas las máscaras son iguales, son rojas y son del mismo tipo. Llevan una barbilla y en las mejillas llevan otros decorados de color oro».
-Esas máscaras, ¿quién las hace?
«Pues, también, las compran. Ahorita todo se compra, pero las hacen por allá, por Tixtla».
-Antiguamente, ¿dónde las conseguían?
«Nosotros, cuando nos vestíamos, las máscaras nos las daba el comisionado, nos las prestaba».
-El Niño de los Moros, ¿lleva máscara?
«No, solamente un pañuelo, nada más».
-En la mano, ¿qué lleva?
«Lleva su banderita y su machete».
-Recuero que una vez vi a un Niño de los Moros, con máscara.
«Una vez le pusieron una máscara tipo Ángel, pero no se vio bien, por eso va sin máscara.
-¿Y el sombrero?
«También, es igual, forrado con rojo».
-Los Moros llevan unos listones cruzados en el pecho y espalda, son como listones anchos o bandas de colores.
«No son listones, son bandas y la cuera va primero y después van las bandas. Esa cuera la hacen con satín.
-¿Cuál es la intención de la danza de Los Moros?
«El tema principal es la robada del Niño, el robo del Niño al Señor Santiago. Pudiéramos decir que el Señor Santiago representa al defensor de España contra la invasión de los Moros. El niño se anda escondiendo detrás de la yegua, es decir, del Señor Santiago para que los Moros no se lo lleven y no lo agarren los Pilatos, o sea que anda temeroso el Niño. Es el papel que desempeña el niño».
-¿Cuándo termina la danza, en qué momento?
«La danza termina cuando después de danzar y andar corriendo, rescatándolo, se queda con la Yegua, porque él lo rescata de los Pilatos».
-¿En qué momento es cuando cruzan los machetes simulando que están en el fragor de la batalla?
«Es cuando se baila con el Alférez, son los cuatro Moros al principio que bailan el son del Alférez y son los que hacemos el ruido, a quebrar machetes. Yo una vez le volé el machete a un compañero, la pura punta nada más, antes no descalabramos a alguna persona».
-Esos machetes los traían antes de Ayutla.
«Sí, eran machetes tipo coyote».
-¿Y los que usan actualmente?
«Ya ni ruido se oye. Todo se está perdiendo».
-Polo, esto que me narras es parte del mundo fantástico de lo que vivimos en diciembre con nuestras danzas. Pero la familia de los danzantes juega un papel determinante.
«Sí, las mamás de los muchachos me dicen: le encargo a mi hijo, don Polo, con usted se va y con usted tiene que regresar. Sí, no se preocupe, aquí no pasa nada. Y las señoras están contentas, nos apoyan, apoyan a sus hijos, son doce muchachos».
-La tambora, ¿dónde la conseguiste?
«En Petaquillas, me la vendió el que ensaya las Mojigangas. Ya la voy a renovar».
-¿Qué ha variado en la feria de Navidad, de cuando eras niño a la fecha?
«Esto ya no es feria, ya es carnaval, por no decir un disparate, pero esto ya no es feria, ya es una mafia».
-¿Por qué?
«Porque ya no se le da el calor que se le daba antes que llegaba noviembre y Chilpancingo ya olía a chochocote, ya se olía a feria. Ahora ya no, ahora puro dinero. Y cuando empezaba yo a salir hasta me daba gusto, lo del olor a feria del pueblo. Ahorita hay olor pero de otras cosas, como de alcohol. No porque se espante uno, pero el número uno que corre es el alcohol. Si te das cuenta del Pendón de 2010 ya no fue de danzas, fue de puro borracho. Ya estamos hablando con el coordinador del Pendón para que evite eso de los borrachos en el Pendón. Cuando viene diciembre digo, ya viene mi pendón, y es que siempre me ha gustado la alegría».
-Muchas Gracias, don Leopoldo Alonso Carbajal.
«Gracias a usted, don Héctor, por preocuparse en decirle a nuestro porqué es tan bonita nuestra feria y sobre todo por qué tenemos que luchar para que no mueran las tradiciones. Muchas Gracias».

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