Hasta en el Panteón
Central hay despojos
Agustín Nava Escobar.—Ni los difuntos están a salvo en el panteón central de la capital, luego que el ayuntamiento capitalino por medio de la dirección del Registro Civil despojó de su última morada a Jovita Rodríguez Molina, quien falleció el ocho de noviembre de 1965, a la edad de 77 años de edad, por lo que este asunto será ventilado en una demanda ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (CODDEHUM) para que Juanito Alarcón Hernández aplique todo el peso de la ley a quien resulte responsable.
La señora Felicitas Ortega Rendón, de 66 años de edad y nieta materna de doña Jovita se presentó a la redacción de La Crónica Vespertino de Chilpancingo para denunciar que las autoridades capitalinas despojaron de la tumba a la difuntita que ni en su última morada puede estar a salvo de la ambición de los gobernantes.
La familia de la difuntita presentó documentos que prueban que tienen la «perpetuidad» del lote donde sepultaron a su familiar, cuando era presidente Elías Naime Némer, y quien donó el terreno en el panteón municipal, del centro de esta capital.
A pesar de que la licenciada Silvia Margarita Abarca Burgoa en el 2008 certificó en su momento que la escritura original del diez de febrero de 1965 concuerda y que ampara la perpetuidad de la fosa número nueve ubicada en el tercer cuadro del panteón central
«Alguien» del ayuntamiento hizo su negocio al vender este terreno a nombre Valdez Bautista, domiciliada en la calle Altamirano número 94 de esta capital, y quien en 1991 se adjudicó ilegalmente del predio y además «sorprendió» al entonces presidente Efrén Leyva Acevedo y al oficial del registro civil Guillermo Villalva Ruiz para que le diera la perpetuidad.
Esta señora a su vez otorgó la sesión de derechos de perpetuidad a Javier Rivera Salmerón, don domicilio en la calle Los Angeles de la colonia San Isidro de esta ciudad, el 27 de enero del 2011, existiendo las escrituras de la tumba donde están los restos de doña Jovita Rodríguez Molina.
Los familiares exigen que investiguen estos ilegales hechos, ya que a pesar de que tienen escrituras y documentos legales de perpetuidad, temen que vayan a sacar a su difunta y tirar los restos para enterrar a sus familiares. Exigen además que deslinden responsabilidades las propias autoridades que originaron el conflicto en el panteón y donde seguramente hay muchos casos como este.
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