martes, 6 de diciembre de 2011

COLABORACIÓN

Pena Nieto y la lectura.
Apolinar Castrejón Marino

Buen festín se están dando los medios electrónicos y los medios impresos con el resbalón que cometió Enrique Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro, cuando no pudo contestar a la pregunta que le hizo un periodista español acerca de «Qué libros habían marcado su vida». El presunto candidato a la presidencia, acostumbrado a «improvisar» sus respuestas en base a su verborrea y los términos trillados de siempre como «democracia», «programas sociales» y «unidad de su partido», se vio de pronto en las arenas movedizas del intelecto, la
 educación y la cultura; cosas que no pueden improvisarse de ningún modo. Recordemos que la semana pasada Peña Nieto presentó su libro «México la gran esperanza» en la «Casa del Lago» la Ciudad de México. En esa ocasión estuvieron como invitados el escritor Héctor Aguilar Camín, el ex secretario de Hacienda y ex gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, y el empresario Jaime Sánchez Susarrey. Tan importantes personalidades solo sirvieron de escenario para que se luciera el ex gobernador del Estado de México e inexorable Presidente de México. Nada dijeron que pusiera en entredicho las afirmaciones y tesis del «autor»: «Que el gran anhelo de los mexicanos es el de recuperar la seguridad social, que todos tengan seguro de desempleo y que la educación alcance a todos». Engallado con lo bien que va su campaña rumbo a «Los Pinos», se le ocurrió «presentar» su libro una vez más, ahora en la Feria Internacional del Libro que se realiza en Guadalajara. Y ahí se puso «de pechito» ante los intelectuales, los escritores de verdad y los que si leen libros y saben de autores. Creyendo ir a lo seguro, dijo que había leído La Biblia, y ante un silencio ominoso se apresuró a aclarar que «solo algunos capítulos», por si alguien le fuera a preguntar algunos pasajes bíblicos. Y ante la expectación del auditorio, empezó una ensarta de nombres y títulos fallidos. «Leí algo que seguramente mi vocación por la política alentaba este espíritu, fueron los libros, varios, algunos… «La Silla del Águila», de Krause… luego otro libro de él mismo que, quiero recordar el nombre, sobre caudillos, no recuerdo el título exacto, estamos hablando de la descripción que él hace de México y cómo transitamos del México de los caudillos al México institucional y…». En autor no es Enrique Krause, sino Carlos Fuentes. Y la memoria lo traicionó, porque no pudo recordar la inmensidad de libros de teoría política, de ideólogos, sociólogos, académicos y filósofos que crearon los conceptos que siempre tiene en los labios. Y quizá fue lo mejor, porque los periodistas seguramente le hubieran preguntado acerca de su contenido. «Hay otra novela que me gustó mucho que tiene que ver con temas del poder, es una novela sobre la hija pródiga, de Jeffrey Archer, recuerdo ahí una… son tres libros que en aquel entonces, Caín y Abel, La hija pródiga… Este, ¿cómo se llamaba el otro libro, era una trilogía?… realmente no podría señalar un libro que haya marcado de manera específica mi vocación, sin duda lo que tiene que ver con la novela política, la novela histórica, son de mi particular agrado». El periodista de la acreditada revista Proceso Jenaro Villamil colocó en su blog «Homozapping» la nota sobre la jocosa participación de Enrique Peña. El video de Youtube también fue colocado en Internet y se convirtió en el tema más comentado en las redes sociales. Pronto alcanzó la categoría «Trending Topic» de Twitter (discusión con el más alto número de participantes)….hasta que súbitamente, la categoría fue eliminada. Paulina Peña, hija de Enrique Peña Nieto, en un intento por defender a su padre, escribió en Twitter: «Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian». Presuntamente, el mensaje lo tomó de la cuenta de su novio, @JojoTorre. De manera por demás extraña en Youtub, en el contador de visitantes disminuía, en lugar que se incrementara, lo cual provocó un gran «sospechosismo» por la posible censura y que el ex gobernador del Estado de México no resultara afectado. Pero el caudal de respuestas en Twitter por el tono ofensivo de la hija de Peña era descomunal, hasta que repentinamente su cuenta desapareció. El periodista Jenaro Villamil de la agencia APRO que publica la revista Proceso denunció, que su blog fue hackeado después de difundir la nota sobre la participación de Peña Nieto, en una clara intervencionismo.

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