martes, 13 de diciembre de 2011

Culpables…No se debe olvidar que en un estado, como Guerrero, el principal responsable lo que pase y deje de suceder, definitivamente es el gobernador en turno, en todo caso si no lo es, que de inmediato corra a sus cercanos colaboradores que tiene la responsabilidad en cada uno de sus competencias. 
Entre los funcionarios que tienen que ver en este desacierto que todo mundo lamenta y condena, es por la falta de capacidad de atender los problemas de los guerrerenses. Entre los funcionarios que pueden tener culpa directa e indirecta es el de la política interna Secretario General de Gobierno, Humberto Salgado Gómez; secretario de seguridad Pública y Protección Civil, Ramón Almonte Borja y el Procurador General de Justicia, Alberto López Rosas, estos por el lado de los cuerpos policiacos, en tanto que la titular de la Secretaría de Educación Guerrero, Silvia Romero Suárez por no haber atendido en tiempo y forma las demandas de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Si Angel Heladio Aguirre Rivero, como gobernador de Guerrero, quiere salvar su gobierno, sin más trámite, debe exigir la renuncia de estos servidores públicos, además de su Director de Gobernación Estatal, Moisés Alcaraz Jiménez quien ha demostrado inutilidad para informar con oportunidad y a tiempo de cada uno de los movimientos que se gestan el territorio guerrerense, en lugar de ponerse a trabajar con seriedad, anda de oficioso escribiendo disque «artículos» para un periódico de Acapulco. Es claro y explicable, que en Guerrero el único responsable de lo que se haga y deje de pasar, es sin duda el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, quien definitivamente debe poner exigir la renuncia de esos funcionarios que no están dando resultados y peor, por el contrario lo están evidenciando un gobierno que se jactaba de «rostro humano» y de izquierda, está resultando represivo y represor de los ciudadanos. Si Aguirre Rivero, no toma cartas, le va a suceder exactamente lo que le pasó a Rubén Figueroa Alcocer, con la masacre de 17 campesinos del vado de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995 y parece que el escenario se repitió ayer 12 de Diciembre del 2011, todo lo detonó un disparo de arma de fuego y culminó con dos estudiantes muertos, heridos, detenidos y desaparecidos. Entonces no se debe olvidar que en 1996, llegó a gobernador sustituto gracias la sangre que corrió en «Aguas Blancas» y ahora lo pueden destituir dos muertos ocurridos en el Parador del Marquez, pero esto si no despide desde ahora a esos servidores públicos, que lo único que le han causado en estos ocho meses de gobierno, son problemas, más que soluciones. También debe investigar exactamente como sucedieron los hechos, porque hasta ahora todas las versiones son endebles, inclusive el propio López Rosas en sus irresponsables declaraciones, deja entrever que un grupo armado subversivo podría estar atrás de este movimiento estudiantil, si lo sabe, que lo diga, antes de que ruede su cabeza y explique con exactitud la aparición de un fusil de asalto. Después de los sucesos sangrientos, ahora como en todo y de acuerdo al punto de vista en este caso del asesinato de dos estudiantes de la Normal Rural «Isidro Burgos» de Ayotzinapa todos buscan y señalan culpables y todos se quieren quitar responsabilidades. Solo hay que ver las declaraciones de las autoridades gubernamentales para ver la manera como quieren explicar estos sangrientos acontecimientos , que en mucho recuerdan a los ocurridos hace años en el vado de Aguas Blancas, en donde unos balazos desencadenaron una lluvia de balas 17 campesinos muertos y muchos otros heridos. Todo por no recibir en audiencia a unos jóvenes estudiantes de normal para que no les quitaran al director de su escuela, para pedir más espacios para estudiantes, promedio mínimo de 7 para ser aceptados en esa escuela normal, y claro está trabajo asegurado una vez terminada la carrera de maestro rural. Como si fueran cosas imposibles de aceptar o de dialogar por parte de las autoridades y de ser intransigentes por parte de los inconformes estudiantes normalistas, que prefieren hacer cooperachas en las carreteras, cerrando el acceso a las personas que las usan para hacer sus actividades cotidianas, sin importar cuanto se afecten a esos terceros. No son modos en una y otra parte, ni el gobierno en sus tres niveles hace lo que debe de hacer y los estudiantes tampoco resuelven con esas manifestaciones las cosas, más bien las empeoran. Las sin razones y la intolerancia, acompañadas de la falta de comunicación e intención de hacer las cosas de manera positiva para evitar enfrentamientos son las causantes de que ocurran desgracias como las ocurridas ayer en la que dos jóvenes vidas fueron segadas, tal vez más, y muchas personas sufrieran las vejaciones y el abuso del poder de los supuestos guardianes del orden que agarraron parejo y reprimieron de manera autoritaria, sin discernir, quienes eran personas que por ahí pasaban y quienes eran los manifestantes. Todos son culpables. Todos somos culpables por permitir que sucedan este tipo de cosas, por permitir que exista la incapacidad de los gobernantes a dejar de sentirse más que los ciudadanos, que se creen pequeños reyes, que nadie los merece, por lo que sus audiencias son escasas y por eso desdeñan a quienes quieren ser escuchados y sus problemas resueltos, pese a que eso es su obligación. Son ellos nuestros servidores públicos y deben de dar trato digno a todas las personas a todos los grupos y organizaciones sociales. Culpables fueron los estudiantes de Ayotzinapa por haber incurrido en actos vandálicos y agresivos en contra de quienes ninguna culpa tienen por sus protestas y peticiones, que son aprovechadas para incurrir en actos fuera de la ley como secuestrar autobuses, tomar casetas de peaje y quedarse con dinero de los viajeros que tienen que seguir su camino y que son obligados a cooperar por su causa pagando casi lo mismo que pagan en las casetas, por ser intransigentes y afectar a quienes ven impedido su camino para llegar a sus destinos y sufrir las inclemencias del calor y la demora de sus actividades. Ahora todos quieren lavar sus culpas, solo hay un culpable y este es el gobernador del estado, Angel Heladio Aguirre Rivero, quien presumen que mandó a reprimir a los estudiantes, a crear un escenario en que se les acusara de tener armas, granadas, bombas molotov, cuchillos, palos, piedras y cuanta arma o herramienta se les ocurra, bueno hasta una AK-47 «cuerno de chivo» con varios cargadores y apoyados por personas ajenas a los estudiantes normalistas y al gobierno. Bueno se habló hasta del crimen organizado en todo esto. Ya solo falta que los muertos recibieron balazos de resorteras o que se suicidaron, cuando evidentemente fueron sacrificados por quienes tenían las armas que eran policías estatales, federales y ministeriales del estado y hay muchas fotos y videos al respecto. Los estudiantes evidentemente no tienen armas. En una foto se puede comparar a uno de los asesinados corriendo hacia los policías y en la otra ya caído y pese a que decían que iba a lanzar una bomba molotov, en ninguna se le ve ninguna arma y mucho menos una bomba molotov que en todo caso le habría estallado al caer muerto, pero no. Culpables son los padres por permitir a sus hijos ir a padecer en una escuela normal rural como la Isidro Burgos de Ayotzinapa cuando podrían ir a los colegios de paga a la que van las hijas de Enrique Peña Nieto, ex gobernador del estado de México y actual candidato del PRI a la Presidencia de la República, a aprender a decir «pendejos envidiosos hijos de la prole» cundo su papi se equivoque en los autores de un libro o en el monto del salario mínimo en 900 pesos, en lugar de los más de mil setecientos cuarenta, más los dos pesos y cacho que le aumentaron recientemente. Culpables son aquellos que quieren hacer santos y víctimas a esos muchachos y a los infiltrados que se embozan para hacer sus movimientos vandálicos, censurados por todos, sin pensar en las necesidades que tienen, en la falta de atención que han tenido y que los han convertido en antecedentes de los delincuentes que luego se dedican a cosas más graves como convertirse en sicarios o traficantes en su afán de tener dinero fácil. Y todo por no escucharlos en una audiencia, en que se platique, dialogue y no se disparen balas que acaben con sus vidas. Mejor en lugar de treparse en esos hechos lamentables, en donde todos buscan culpables y todos quieren culparse los unos a los otros, mejor pongámonos a hacer algo de provecho y trabajemos para resolver los problemas de este estado, en lugar de que el aire se no vaya por la boca, con discursos, críticas que no llevan a nada, que no meten a la cárcel a nadie. En donde no se aplica la justicia, solo se simula y se pierde en el olvido y la impunidad como miles de crímenes que todavía siguen pendientes durmiendo el sueño del justo, por los usos excesivos de la demagogia y las promesas no cumplidas. Este estado no se merece eso…Felicitación…Aunque sea un día después, felicitamos desde este espacio a nuestra compañera de trabajo Guadalupe Cruz García, quien ayer cumplió años. La encargada de pagarnos nuestros sagrados salarios, ayer estuvo de manteles largos y le deseamos que siga cumpliendo muchos años de vida. Seguro que su hija Yunuen, otra colaborador este medio, la felicitó y la invitó a comer en algún lugar. Felicidades doña Lupe…Frase…Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas. Juan 8:12

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