COLUMNA

La Jaula de Dios

 Jesús Pintor Alegre

De pobreza económica y mental. Abrumador resulta abrir este 2012 con un panorama poco alentador, un cuadro cargado de pobreza en un sector contado en casi 60 millones de mexicanos, de los que 1 millón corresponden a Guerrero, sin embargo, y sustrayendo esa frase barata televisiva que dice «difícil de creer», resulta increíble visualizar ese mismo panorama en los altos funcionarios.

Quienes de acuerdo a un estudio realizado por Laura Carrillo Anaya y Juan Pablo Guerrero Amparán, denominado «Los salarios de los altos funcionarios en México desde una perspectiva comparativa», los altos ingresos de nuestros políticos con cargo, son superiores inclusive a lo que perciben colegas suyos de 12 países. Para esta comparación simple, embadurnada en la corrupción y con las justificaciones volátiles, explican los estudiosos que un secretario brasileño gana la tercera parte que un mexicano; su homólogo chileno gana casi seis veces menos. Un subsecretario mexicano gana 45 por ciento más que un estadounidense, más del doble que un alemán, inglés o francés, más del triple que un español. Unos ingresos que no se justifican si se amarra que en cinco países desarrollados contemplados en el estudio, tienen un ingreso per cápita por lo menos tres veces superior al de México. Esta disparidad se encima a la nula cultura de la transparencia, y la ineficaz y hasta caricaturesca actividad de la rendición de cuentas e informes de actividades. En esta Jaula de Dios, la brecha socioeconómica entre ricos y pobres, se abre aún más, y se agudiza la desesperanza en el sector más desprotegido, hay por supuesto desproporción salarial entre políticos y pueblo, y un aumento indiscriminado de precios y servicios, una escena prima con la que se abre en este 2012. El listado de salarios y aguinaldos del disparate, que enjuician el día final, se atenaza a la tradición, con los precios disparados de la canasta básica, el alza mensual del precio de la gasolina, la posible liberación del costo de la tortilla, el pasaje colectivo crecido en un 25 por ciento, y un salario mínimo con apenas el 4.2 por ciento de incremento. Según la página virtual De Política Mexicana, a los diputados locales de Guerrero, el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, les dio largas para entregarles un aguinaldo que cobraron hasta enero de 2011, de 100 mil pesos, en tanto, con Ángel Aguirre Rivero, el actual gobernador de corazón priista, cobraron por ese concepto, 140 mil y a tiempo. Aquí se marca un aumento sólo en esta prestación, de casi el 30 por ciento, una situación que agobia si consideramos que los diputados locales y todos los funcionarios de primer orden, se les condona casi todos sus gastos, incluidos el pago a sus asistentes, y el peaje de las casetas en las autopistas, es decir, al que tiene más se le cobra menos o nada, y al que tiene menos, se le cobra hasta el derecho de vivir. En esa dinámica pasmosa ya citada en la Biblia, consistente en que el que tiene más, le será dado, y el que menos, le será quitado, sólo para regodearnos, enlistemos los aguinaldos que recibieron los funcionarios de primer orden, producto de los impuestos del pueblo. Cada uno de los 500 diputados federales, recibieron 198 mil 257 pesos; cada uno de los 128 senadores, 234 mil 975; el aguinaldo del presidente de la CNDH, 343 mil 281; el de secretarios de Estado, 358 mil 768; el del Auditor Superior de la Federación, 370 mil 996 pesos. Y más: para el secretario Ejecutivo del IFE, le correspondieron 371 mil 345 pesos; el del Secretario General de Cámara, 374 mil 853; el del Presidente del INEGI, 389 mil 346; el del Consejero Presidente del IFE, 463 mil 707; el del Consejero de la Judicatura Federal, 470 mil 544. El aguinaldo del Ministro Presidente de la SCJN, 479 mil 690 pesos; del Magistrado Presidente del Tribunal Electoral, 480 mil 690; de expresidentes de la República como Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, y Vicente Fox Quesada, 358 mil 768. El aguinaldo del Presidente de la Republica, Felipe Calderón Hinojosa, quien prometió empleos y ha declarado la guerra al narcotráfico, 360 mil 752 pesos, eso, debe decirse, tan sólo en nómina, y todo, proveniente de la sangre del pueblo. Los contrastes no son gratuitos, son cuadros que se eructaron desde el PRI gobierno, con el seguimiento de un PAN en dos administraciones consecutivas desafortunadas. Hay dinero en serio, pero no para el pobre, pues el hambriento y el asalariado, tienen que conformarse con dádivas oprobiosas. Pero arranca el 2012, y pues no queda más que desear un cambio y un inmejorable panorama a todos y cada uno. Que Dios bendiga a Dios.