lunes, 9 de enero de 2012

COLUMNA

De Regreso


Felipe Zurita.

CUENTA LA HISTORIA.


Una tortuga caminaba por la plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo. Sobre ella lleva una pesada carga como si no fuera demasiado el caparazón que Dios le dio, eran sus aspiraciones de ser alguien en la política.
Un proyecto de gobierno, una nueva constitucionalidad y un proceso electoral «caprichoso» retos que no le provocarían mayores problemas. –eso creía-, con pasos lentos lograría alcanzar en cuatro años y algunos meses sus sueños.
Quienes caminaron junto y de frente a la tortuga, la criticaron… «eres demasiado perezosa, y lo único que lograras es terminar con el poco avance… haces política de hace décadas», esta en respuesta les dijo que eran unos «perros» que solo ladraban al conocer de sus aspiraciones.
Fue criticada por su terquedad y ella en respuesta solo decía «mi paciencia, me llevará a mi aspiración…» el caminar de la tortuga era firme. Y de vez en vez y en ocasiones lento pero continúo.
Llegó a su meta un mes de abril. La pobre tortuga aparte de los pesados compromisos que lleva tuvo que cargar con una epidemia de parásitos y piojos, enfermedad que le provocó no cumplir con sus sueños.
Sin embargo un grupo de caracoles rebeldes, pasaron a toda prisa frente a la tortuga y la voltearon, hoy la pobre tortuga patalea al cielo. En espera de que algún animal de la fauna le pueda ayudar a regresar a su normalidad.
Hay quienes la miran con asombro porque los parásitos que alimenta tratan de llevarla a pie, otros la observan la agonía que vive la tortugas al morir. Mientras un grupo de rebeldes caracoles sonríen por haberla volteado.
Moraleja de la historia… Aunque lleves pasos firmes, pero si estas enfermo de tanto parasito y piojos, hasta un baboso caracol te hará caer.
PD. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

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