No es El Alacrán de La Crónica, sino que es el otro Alacrán, Bernardo, que se parecen no solo en lo físico sino a su afición al chupe, pues es conocido miembro honorario de Alcohólicos Anónimos y han pisado varios anexos y no han podido salir de su afición a las glorias del Dios Baco. Aquí se muestran las consecuencias de los excesos en los chupes.(Foto: Teodomiro Ortega de la Cruz).
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