Armando Patrón
El dedazo en el PRI tiene como finalidad, entre otras cosas, que los líderes de ese partido, que resultaron damnificados por la derrota en la pasada contienda electoral, obtengan espacios de representación y participen como candidatos a pesar de que no tengan posibilidades de triunfar.
En la Zona Centro, se está trabajando para dejar fuera al diputado federal, Mario Moreno Arcos, quien desde un primer momento quiso ser el candidato a senador, pero la dirigencia nacional de ese partido le dio la espalda, por petición expresa de los grupos priistas del estado. Moreno Arcos, ha quedado a la deriva.
El priismo al parecer, le dejará la opción de ser el candidato a la presidencia municipal de Chilpancingo, lo que lo alejará aún más de la gubernatura, cargo al que ansía llegar.
De todo su grupo político, ninguno pudo alcanzar un espacio dentro de las plurinominales, y mucho menos ser candidato a un cargo. Y es posible que Mario Moreno Arcos no llegue a ser el candidato a Presidente Municipal de Chilpancingo por el PRI.
Sus cercanos aliados como Noé Carachure Giles y Yuridia Bello Calvo, que aspiran a los distritos locales uno y dos, a pesar de tener un trabajo intenso y reconocido por propios y extraño, no podrán ser candidatos, debido a que el actual alcalde de Chilpancingo, está moviendo sus piezas para imponer a sus cercanos.
Por el PRD, el único que busca la candidatura a alcalde, es el senador Julio Cesar Aguirre Méndez, quien cuenta con el apoyo del Secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, quien está desviando millonarios recursos para su propaganda, pero que no tiene posibilidades de ganar, porque nunca ha realizado trabajo a favor de la ciudadanía, y porque jamás ha visitado las colonias, los barrios y las comunidades para conocer de cerca su problemática.
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