Red de Mujeres Líderes ya
trabaja en los barrios del DF
Sara Lovera y Miriam Ruiz. MEXICO, DF.- Están repartidas por las colonias marginadas en 14 delegaciones de la ciudad. Son 23 mil 500 mujeres líderes comunitarias que trabajan por una vida sin violencia para ellas y su colonia, por su fortalecimiento económico y el derecho a la alimentación.
Se reconocen como la Red de Mujeres Líderes por la Equidad y una Vida Libre de Violencia. En la colonia Presidente de la delegación Alvaro Obregón, María Concepción Ortiz de Paz, forma parte de una cooperativa de costura. Fue de fundadora de la colonia hace 40 años y le tocó gestionar el agua, la luz, todo.
Consiguió camiones para ir por el pavimento y créditos para su vivienda.
Fue pionera, pero luego, vio crecer la adicción y los problemas, las bandas de un lado y otro de la colonia Los Chanchos y Los Chacales y ha buscado soluciones. «Hablar de violencia es una cosa. Afrontar la violencia que vivimos, es otra, y un eje del trabajo de la Red de Mujeres Líderes es concientizar sobre la violencia mediante talleres; no es fácil, pues las mujeres se sienten agredidas a veces», refiere María Concepción Ortiz.
«Es increíble que una vive violencia o está ejerciendo violencia y nos parece tan normal.
Se cae un niño y en lugar de alzarlo le decimos que es tonto», expresó.
Miran la violencia en la casa y la comunidad Las Mujeres Líderes se reúnen cada sábado para realizar los talleres de autoestima, contra la adicción, el bullying y el autoempleo.
Participan en el montaje de 230 Tendederos de las Buenas Prácticas, un proyecto de Corazonar A.C. que permite mirar, al tender la ropa, fotos y mensajes que hablan sobre la diferencia del maltrato y el buentrato.
Las líderes invitan a las vecinas y también a los vecinos a verlos y buscan el espacio, un patio o un salón.
«El cambio en el tejido social es muy lento pero sí ocurre.
Luego nos da gusto que vienen personas que se habían negado a venir, pero una persona que participa dentro de un taller es señal de que va a regresar al otro, el proceso es lento porque la colonia estuvo muy abandonada», explica Ortiz En México 1 de cada 3 mujeres vive violencia eb la paraje, y la red se ha especializado en canalizar a las mujeres que viven situaciones de violencia con terapeutas y abogados, les ofrecen acompañamiento.
Hoy la Red ofrece algo más, sin lo cual resulta difícil salir de cualquier forma de violencia: el desarrollo económico y la alimentación.
Comer y cocinar, un derecho y un placer Asminda Torres García, otra joven abuela en los llamados Culhuacanes de la delegación Coyoacán, vende por catálogo, trabaja en casa, cuida un nieto y se da tiempo para llamar a las vecinas a aprender cómo hacer y comercializar tacos de canasta, gelatinas y otros postres como parte de un convenio de la Red y Coma y Punto MKT Culinario fundada por la chef Verónica de la Piedra.
En las dos populosas colonias donde trabaja, Ejido Viejo y CTM 2, Asminda Torres, al igual que otras líderes en la Red gestionaron también, despensas, aunque el objetivo, explica, es que reciban más que una despensa, que tengan autoempleo.
En entrevista, la chef Verónica de la Piedra explica que lo más importante es que las mujeres que participan en sus clases tengan la confianza que pueden arrancar con lo que tienen, sin invertir más que en la licuadora que ya tienen en casa, y al mismo tiempo pensar en costear el transporte, el embalaje y presentación de sus productos. «Con lo que yo tengo en mi casa, lo puedo hacer.»
Y así ha capacitado a 400 mujeres cada mes en la Red. Una de las capacitadoras, Angela Rodríguez, tiene una conexión especial con las mujeres de la Red.
Como tantas otras capitalinas, un día se halló divorciada y sin pensión para ella y sus hijas y la opción fue decorar y vender gelatinas en una estación de metro. Su talento y un golpe de suerte la convirtieron en una de las más destacadas creadoras de gelatinas en México.
Con más de 20 mil clases ofrecidas en su larga trayectoria, la chef de la Piedra ha estado en los sitios mejor equipados, y con la Red, armando un tablón para cocinar con una puerta vieja.
«La Red plantea que se requiere una nueva manera de hacer sociedad, de convivir», sostiene Martha Patricia Patiño Fierro quien ha sido impulsora de esta Red desde su fundación hace casi cuatro años.
«Las barreras sociales, políticas y económicas que enfrentan las mujeres en sus barrios y en sus colonias, a la que se suma la violencia, les dificulta de sobre manera salir adelante; pero cuando se plantean soluciones colectivas encuentran salidas construyendo caminos que recorren concientes de que lo que necesitan es construir ciudadanía.»
En los talleres, cuando conversan y comparten experiencias, la violencia que viven es lo primero que sale a flote .
Al tomar la decision de superar la violencia surge la necesidad de grupos de ayutoayuda, abogadas, terapeutas. Sin embargo, para las mujeres que están en la superviviencia no basta el deseo de salir adelante. Se necesitan dos elementos: el fortalecimiento económico y resolver un mínimo de necesidades básicas, como la alimentación.
Un derecho humano básico», señaló Patiño.
Inciden en política «El valor que tiene una mujer, a la que siempre veía como la más débil, es el principal aprendizaje de la Red que ha tenido Asminda, con décadas de liderazgo comunitario.
«Nos ha puesto en el mismo nivel, reconocemos tener la misma capacidad y los mismos derechos.» Ahora ella y otras líderes «nos hemos metido a las instituciones, entramos a las oficinas, sabemos negociar.»
La Red de Mujeres Líderes por la Equidad y una Vida sin Violencia es, a final de cuentas, una creciente fuerza de negociación de políticas públicas en la comunidad, en la delegación.
«Lo más destacado de la Red de Mujeres Líderes es el significado que da a sus acciones, después de tres año es capaz de hacer planteamientos integrales, no solo acciones y actividades aisladas; tienen propuestas para incidir en la posición social de las mujeres» añade Patricia Patiño.
Así han pasado de recibir despensas a gestionar comprar en común este año en la delegación Atzcapotzalco, Cuauhtemoc, Gustavo A. Madero, Tlahuac y Venustiano Carranza.
Y al iniciar el año generaron movilizaciones para exigirle a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), información clara y oportuna de los programas sociales, de manera particular, exigieron la no politización del programa de Oportunidades.
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