COLUMNA

Chepina a la baja

Apolinar Castrejón Marino

　

¿De dónde sacarían la vacilada de que desde el año pasado Peña Nieto tenían tantos puntos, y que Josefina iba en segundo lugar y más atrás el PeJe? ¿Cómo consiguió puntos como candidato a la presidencia si no había aceptado que quería serlo?

Tal mentira se pone de manifiesto cuando cada candidato arrancó su respectiva campaña, y en lugar de hablar clara y convincentemente de sus aspiraciones, con sus declaraciones torpes y fútiles, solo ponen al descubierto su ignorancia y estupidez.

A la que más mal le ha ido es a Josefina que solo comete torpeza tras torpeza. Y a ello se suman los «resbalones» de la gente de que se ha rodeado. O como sentencia un viejo refrán: «No me ayudes compadre».

Sucedió con su colaboradora de Comunicación Social de nombre Karla Garduño, quien el domingo 8 de abril envió un correo electrónico en el que informaba a los medios de comunicación que la candidata Josefina Vázquez Mota ofrecerá una conferencia de prensa el próximo día martes 11 de abril a las 18:00 horas en Apizaco, Tlazcala.

Los directores de periódicos y reporteros se «quedaron de a seis», pues no entendían si la cita será el martes cuya fecha es 10 de abril, o el miércoles, que es 11 de abril. Además el comunicado incluía el error garrafal de escribir Tlazcala en lugar de Tlaxcala, como decimos todos los cristianos.

El diario Excélsior en su página de internet www.excelsior.com.mx publicó íntegramente el mensaje electrónico emitido por la Sra. Garduño, de ahí tomó la información una editora de SDPnoticias y la publicó masivamente. En las redes sociales se multiplicó geométricamente.

A decir verdad, no era el primer error de la colaboradora de la Mota, ya que el 20 de marzo, en una crónica periodística en el cual relataba las hazañas de Josefina se refirió a su encuentro con el escritor Mario Vargas Llosa, a quien le atribuyó el Premio Nobel de la Paz, en lugar del Nobel de Literatura, que consiguió el escritor peruano el año 2010.

El remedio estuvo peor que la enfermedad, pues quien salió en defensa de lo indefendible, fue el secretario de Acción de Gobierno del PAN, Juan Molinar Horcasitas, sobre quien pesa el señalamiento de la ciudadanía de ser el responsable del siniestro en la Guardería A,B,C, de Hermosillo en el cual perdieron la vida nada menos que 49 niños.

La bobería con que salió Molinar es que «Josefina no es quien escribe y envía su agenda», con lo cual atrajo la atención hasta de estudiantes de secundaria, quienes a esa edad ya han aprendido la ley de la transitividad.

Karla Garduño no tenía ninguna defensa, y ella lo sabía, pues es imperdonable que una colaboradora del periódico Mural de Guadalajara, donde fue editora de la sección de Cultura, y la responsable del suplemento Enfoque del diario Reforma, donde realizaba periodismo de investigación; no podía tomar a la ligera su función.

En las redes sociales se festinó que la ex directora de la Secretaría de Educación Pública (SEP), permitiera este tipo de errores. Josefina no quería sacarla, pero no tuvo más remedio que sacrificar a su amiga Karla. Sin embargo, Molinar continúa ahí. Lo que son los compromisos ¿Verdad?

En próxima entrega hablaremos del jueves negro de la semana pasada en que hasta las quesadilleras y tamaleras de «Tres Marías» le hicieron «fuchi» a Chepina.