viernes, 13 de abril de 2012

SUMARIO

El día que López Obrador
ayudó a Enrique Peña Nieto

Él no lo sabía, nadie podía imaginárselo. Llámenlo mala fortuna, una ironía de la vida, un capricho del tiempo que juega con nuestros aciertos y los pone en charola de plata a quien menos hubiéramos querido.
El 2 de julio de 2006, luego de perder la Presidencia por 0.56% de votos y después de un proceso electoral que polarizó a la población mexicana, Andrés Manuel López Obrador le dio una de las mayores ventajas competitivas a su ahora acérrimo rival, Enrique Peña Nieto.
 La guerra mediática desatada en contra del entonces candidato propició sentar las bases de un reforma a la ley electoral para evitar que años más tarde, cuando AMLO volviera a competir por el mismo puesto, se repitieran las campañas negras que lo había vuelto en tan sólo unos meses, un ‘peligro para México’.
Se requirió entonces ponerle un freno al poder fáctico de las televisoras que en rigor de las reglas de mercado, ofrecían sus pantallas a quien más pudiera pagarles, sin importar incluso si no eran partidos contendientes o si el mensaje generaba un odio que a la distancia muchos no pueden borrar.
Sólo un año después, en 2007, con aprobación y beneplácito de diputados del PRD y del PRI, se fijó un nuevo orden que buscó una exposición en microondas equitativa, vigilada y repartida por el IFE.
Sin costo alguno, en espacios oficiales y para chicos y grandes. Las rebanas del pastel se darían, por acuerdo de todos los partidos, tomando en cuenta los resultados de la elección federal más reciente.
Quien tuviera más votos, tendría más spots.
Y más dinero para gastar en sus campañas. Por supuesto que los emporios de radio y TV lo tomaron como una revancha. Millones y millones de pesos se esfumaron de la noche a la mañana, mientras los partidarios del Sol Azteca y sus allegados estaban contentos, pues no volverían a quedar a merced de las billeteras de grupos contrarios.
Pero el destino es cruel y muchas veces se jacta de convertir triunfos propios en ajenos, pues en la contienda para elegir diputados federales en 2009, fue el PRI, la casa de Peña Nieto, el partido que obtuvo más votos, que tres años más tarde se convertirían en un número mayor de spots y más monedas en la bolsa en comparación a las de sus contrincantes.
En ese orden, para esta contienda la coalición PRI-Verde dispone de 700 millones de pesos, 300 más que el PAN y 250 más que el PRD-PT-MC. También se le darán 6 millones de spots, en comparación a los 5 millones que tendrá el PAN y los 4 millones del PRD.
Por eso es lógico ver y oir más veces a Peña Nieto que a López Obrador. Este último no lo podía imaginar, pero su pasado le dio una mano a la imagen del oponente . Y nunca se lo pidió.

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