viernes, 4 de mayo de 2012

COLUMNA

La Jaula de Dios


Jesús Pintor Alegre


Libertades a medias o medias libertades. Este 03 de mayo, se conmemora el día de la libertad de prensa, que no es de cierto, sino otro nombre bonito para simular el trabajo de los medios de comunicación. Hoy recordamos el asesinato de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, muerta este sábado pasado.
Los gritos de plañidera ni los desgarres de vestidos sirven para nada en lo que corresponde a la sensibilidad de un gobierno bastardo que no sirve para dar protección a nadie, un gobierno que se rompe en su emoción misma y nos presume que marcará el cambio y que hasta Dios trabaja de la mano con ellos.
Zeferino Torreblanca Galindo, nuestro ex gobernador de esta estado vapuleado, heredó 10 periodistas muertos al gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero, comunicadores que fueron enjuiciados por el ahora panista, como que sus asesinatos no respondieron en ningún caso, al ejercicio periodístico.
Qué lamentable que un político como Torreblanca Galindo se haya atrevido a adelantar juicios, o en todo caso, se prestara a sospechas de que trataba de encubrir culpas propias. En la convención estatal de periodistas celebrada en Ciudad Altamirano, el representante personal del gobernador y director general de comunicación, Pedro Julio Valdés Vilchis, aseguró que ya había avances en los asesinatos de comunicadores.
Pero que se esperaría que tomara protesta el nuevo procurador general de Justicia, para que los diera a conocer, y es que el empantanamiento de los casos son ignominiosos, duelen, calan hasta los huesos, y se regodean en las terminales nerviosas, el lema de la libertad de prensa que dice «Nuevas voces: la libertad de los medios de comunicación ayuda a transformar las sociedades». Parecen sólo palabras.
El día 03 de mayo como Internacional de la libertad de prensa, fue proclamada en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una resolución de 1991 sobre la «Promoción de la libertad de prensa en el mundo», había reconocido que una prensa libre, pluralista e independiente, era un componente esencial de toda sociedad democrática y un derecho humano fundamental.
Pero igual todo se tuerce en los intereses de los poderosos. Los adornos verbales no importan. De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Social, que ahora encabeza la perredista chuchista Beatriz Mojica Morga, el periodista pertenece a un sector altamente vulnerable, y que por ello mismo, las aseguradoras de vida no se atrevían a asegurarlos, o cada vez aumentaban el precio de la póliza, con la idea de que entraran los menos posibles.
Decía el comunicador polaco Ryszard Kapuscinski, que una persona mala no podía ser una persona mala, pero con acciones como las que ejecuta el gobierno, endurece las más tiernas facciones. De los puntos a trabajar del día internacional de prensa, que son: celebrar los principios fundamentales de la libertad de prensa; evaluar la libertad de prensa; defender los medios de comunicación de los atentados contra la independencia y rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el cumplimiento de su deber. Sólo este último parece el más viable.
¿Por qué demonios tenemos un gobierno simulador y unos candidatos huecos y llenos gusanos de la corrupción?, como que va siendo hora de que la gente despierte y empiece a ser gobierno, en la línea de Lucio Cabañas que hablaba de ser pueblo y hacer pueblo, los candidatos que ahora están, difícilmente se puede decir que los pone el pueblo, allí las acusaciones de gente como Víctor Mojica Wences o Ernesto Fidel Payán Cortinas.
En la selección de candidatos perredistas, dijeron, tuvieron que ver Alí Babá y sus cinco ladrones, pero bueno, no es exclusivo en ese partido, el PRI también humea en su propia central de desechos, la candidatura de Gustavo Juanchi, arrebatado para entregarlo a una desconocida Verónica Muñoz que tras enterrase que los priistas calentanos la rechazaban, reculó. Entre otras acciones en donde la mano del jefe siempre se vio.
De allí que esta inmundicia que sigue agusanándose, se agolpe en su simulación cargada de intereses donde no entra el pueblo, y donde la prensa, por muy libre que digan que es, sigue acotada, silenciada, entumida en su propio jugo. Sigue siendo libertad frágil, quebrantada por el poder fáctico o de ese que fue elegido por los votos.

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