martes, 22 de mayo de 2012

COLUMNA

Cosmos

 Héctor Contreras Organista

Mientras el Popocatépetl sigue lanzando fumarolas de vapor, agua y ceniza y no se aclara bien a bien de dónde salió, quién sorprendió, por dónde se fue o cómo se esfumó el sujeto que en Ecatepec supuestamente empistolado fue capturado en un mitin de AMLO y este dijo: «Me sujetó con firmeza pero sin intención de agredirme», y mientras un guanajuatense ataviado como dicen que vestía Miguel Hidalgo sigue recorriendo las calles de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, investido ya como candidato del PRI a la alcaldía de Chilpancingo comenzó su campaña en el primer minuto de este día martes 22 de mayo de 2012 pegando propaganda.
Para arribar a la silla municipal al parecer, no hay más cera que la que arde ni más leche que la de la vaca flaca de la política nixtamalera local que lejos de levantar los ánimos entre la ciudadanía la hunde en aquello de ¡Otra vez lo mismo!, con el agravante de que semanas atrás, o meses atrás, corrió el run run de que MMA decía a voz en cuello que «si no me dan la senaduría regreso como alcalde el Chilpancingo».
 Si eso fuera cierto reconfirmaría que la premisa para los políticos es no vivir en el error, en la fría banca de la soledad, la indiferencia y el olvido.
Y que Mario sí tiene poder para escoger. Cuando la primera vez Moreno Arcos pretendía la alcaldía, por algún motivo visitamos la hermosa y hospitalaria población de Dos Caminos o «Julián Blanco» y preguntamos a algunas personas por quién iban a votar.
Todos coincidieron: ¡Por Mario! ¿Y por qué? Porque Mario Moreno Arcos nos ha apoyado, nos construyó un corral de toros, nos dio esto y aquello. En otras muchas poblaciones, cuadrillas y colonias de Chilpancingo la respuesta era la misma.
Después de ser alcalde se fue Mario a la diputación federal pero nunca se alejó de la gente, se mantuvo en constante comunicación y dando apoyos no sólo al municipio de Chilpancingo sino a muchos otros.
He ahí la fortaleza y éxito de su campaña permanente. Y de su nuevo logro.
Mueve a hilaridad eso de que «hoy comenzó su campaña». Nunca ha dejado de hacerla y es bienvenido en todos los lugares donde ya es dueño del voto.
Es decir: la alcaldía de Chilpancingo o la senaduría la tiene Mario Moreno Arcos ganada «de calle» porque jamás ha dejado de realizar quehacer político, y lo ha hecho más que bien excelente, amén de que el Contador y no Licenciado tiene a su favor una característica que a muchos políticos les falta: ¡Acción!
Es lo que resalta de sus dones y a ello se le abona su apremio en desprendimiento, comprensión de la problemática social y soluciones, su sensibilidad para hacer malabares y hasta milagros a favor de su política que le ha acarreado la cimentación de un hombre público carismático y apreciado por sus paisanos, con obvias miras a la gubernatura.
Con el tiempo y un ganchito, ya lo verán.
El papel del periodista no es el del Popo, de lanzar fumarolas (de incienso o mirra en este caso) para sacar oro merced a que se dediquen espacios salameros a políticos saqueadores del pueblo y colocarlos en altares en lugar de Cristo o de los santos.
Ello a cambio de migajas, chayotes, embutes, «amistad», favores o dádivas. Es obligación fundamental del informador y sobre todo del columnista desmenuzar los temas que aborda y escribir o hablar de tal o cual personaje pero con los pelos de la burra en la mano y preocupar, apoyar en sus reflexiones al lector sobre la problemática social.
En este espacio cuyo titular es COSMOS/El Universo de la Noticia en Guerrero estamos convencidos desde siempre que no somos «santos de la devoción» de Mario Moreno Arcos y mucho menos formamos parte de la –suponemos, tal vez mal- nutrida lista de periodista de su cabecera.
¡Dios nos libre y qué bueno que así sea! Porque nuestro compromiso es con nuestros lectores: ¡Nada más! No con Mario ni con algún otro político o pretendiente a ocupar cargo público.
 Contar a nuestro favor con libertad de expresión es lo más grato que alguien pueda experimentar en el desempeño de este oficio, siempre como ahora tan peligroso, incomprendido y bocabajeado por los propios «periodistas».
 En su momento escribimos crítica a Mario Moreno Arcos cuando fue alcalde por vez primera.
Nuestro oficio no se realiza para «caerle bien o mal» a tal o cual político. Lo criticamos por algunas obras mal hechas o por no haberlas realizado como lo prometió también en su momento.
Fue como después tuvimos un acercamiento que él buscó y más tarde rechazó con una de sus debilidades: La soberbia. Hace poco nos saludamos porque la ocasión así se presentó en el barrio de la Santa Cruz, pero hasta ahí. Nobleza obliga. Si líneas arriba referimos que la alcaldía de Chilpancingo la tiene ganada «de calle» es porque así es.
No lo estamos augurando en el estímulo de la enfermedad aduladora de propósitos insanos, mezquinos, bastardos o baratos y mucho menos para comercialmente adularlo.
Porque ello en su momento también nos permite y permitirá seguir desempeñando nuestro oficio cuya aureola es la sagrada libertad de expresión.
Así como hoy resaltamos el porqué llegará de nuevo a ser presidente municipal de Chilpancingo, no tendremos empacho ni, como dicen ellos, «nos temblará la mano» para señalarle sus yerros, sencillamente porque nadie lo obligó o amenazó para ser político y en la misma circunstancia está cualquier periodista que se precie de contar con ese honor.
Y lejos de seguir encerrado en esferas que sus aduladores le formen, la crítica, sin duda, le ayudará mucho más –ello siempre ha sido así- a analizar por dónde no marchan las cosas como debieran y aportar soluciones.
Podré no estar de acuerdo contigo, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo (Voltaire).

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