domingo, 3 de junio de 2012

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El Día Mundial del Medio Ambiente
Alfonso Cerdenares Domínguez.
Este 5 de junio se “festeja” el día Mundial del Medio Ambiente, presuntamente para sensibilizar sobre su protección, aunque todo se ha convertido en meras acciones políticas. La idea esencial es “motivar que las personas se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo, promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación, la cual garantizará que todas las naciones y personas disfruten de un futuro más prospero y seguro”. De acuerdo al Programa de la ONU para el Medio Ambiente, PNUMA, este año 2012, Brasil será la sede del “Día Mundial del Medio Ambiente”, donde se llevará a cabo toda una jornada de trabajo para invitar a la población a evaluar en qué áreas de la vida cotidiana se puede aplicar la llamada “economía verde”.
También habrá de analizarse de qué manera, la economía sustentable puede ser un recurso para el desarrollo social, económico y medioambiental de los poco más de 7 mil millones de habitantes que actualmente vivimos en el planeta. Tres semanas después, Brasil también será sede de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible “Río+20”, a la que asistirán líderes mundiales para discutir el diseño de un futuro sustentable con el medio ambiente. Desafortunadamente, somos nosotros, los seres humanos, los que nos hemos encargado de destruir nuestro propio hábitat al contaminarlos de manera irresponsable. Recordemos que la contaminación es una alteración del estado natural de un medio, provocada por la introducción de un agente nocivo y ajeno al medio. Este agente contaminante es el encargado de causar inestabilidad, desorden, daño o malestar en el ecosistema, en el medio físico o en un ser vivo. Los productos contaminantes suelen ser químicos, pero también pueden ser en forma de energía, como el sonido, el calor o el exceso de luz; incluso, los genes que contaminan a un organismo vivo. A veces el contaminante es natural, pero su punto en común es que provoca una alteración negativa y por lo general, todo se debe a las actividades que realizamos los seres humanos. En el mundo se ha clasificado a los países de acuerdo a su nivel de contaminación; así, de acuerdo a datos estadísticos del año 2007, las naciones más contaminadas son: Azerbaiján, China, India, Perú, Rusia, Ucrania y Zambia. Indudablemente, la contaminación es el factor fundamental que daña al medio ambiente. La contaminación ambiental es la presencia en el ambiente de cualquier agente o bien de una combinación de varios agentes en lugares, formas y concentraciones, tales que sean o puedan ser nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o perjudiciales para la vida vegetal o animal que impidan el uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos. También es la incorporación a los cuerpos receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del mismo, o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del público. A medida que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y aparecen nuevas necesidades como consecuencia de la vida en sociedad, el medio ambiente que lo rodea se deteriora cada vez más. El progreso tecnológico y el acelerado crecimiento demográfico producen la alteración del medio ambiente, por lo que hemos atentado contra el equilibrio biológico de la Tierra. No es que exista una incompatibilidad absoluta entre el desarrollo tecnológico, el avance de la civilización y el mantenimiento del equilibrio ecológico, sino que es el hombre el que no ha podido concatenarlos con la propia naturaleza. Por ello, es de suma importancia que se proteja a los recursos renovables y no renovables, que se tome conciencia de que el saneamiento del ambiente es fundamental para la vida sobre el planeta. En el mundo identificamos las fuentes principales de contaminantes, unas de origen antropogénico como las industriales: frigoríficos, mataderos y curtiembres, actividad minera y petrolera; las comerciales: envolturas y empaques; las agrícolas, como los agroquímicos; las domiciliarias como los envases, pañales, restos de jardinería, y las fuentes móviles como los gases de combustión de vehículos. Tradicionalmente el medio ambiente se ha dividido, para su estudio y su interpretación, en esos tres componentes: aire, agua y suelo; sin embargo, esta división es meramente teórica, ya que la mayoría de los contaminantes interactúan con más de uno de los elementos del ambiente. En la actualidad, los seres humanos contaminamos el agua, incorporando a ella materias extrañas que deterioran su calidad y la hacen inútil para el uso de la gente, como microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de otros tipos, como las aguas residuales Desde hace varias décadas, los campesinos se han encargado de contaminar las tierras de labor, al utilizar los llamados insumos agrícolas como los fertilizantes y herbicidas, productos que poco a poco van desgastando su fertilidad. Además, muchos nos encargamos de tirar al suelo basura, desechos tóxicos, productos químicos, y desechos industriales. Esta contaminación del suelo produce un desequilibrio físico, químico y biológico que afecta negativamente a los vegetales, los animales y a nosotros mismos como seres humanos. La contaminación del aire se da, esencialmente en las grandes ciudades, donde la atmósfera está impregnada de grandes cantidades de gases tóxicos y otros que afectan el desarrollo normal de plantas, animales y que afectan negativamente la salud de los humanos. En la actualidad, vivir en una gran ciudad tiene muchas ventajas, pero también puede traer serias afecciones a la salud. El ruido es uno de los elementos más dañinos que tienen las urbes, al grado de que el 80% de las personas que las habitan padecen cierto nivel de sordera, pero eso no es lo peor, aunque parezca difícil de creer, el estruendo también provoca enfermedades gastrointestinales, sin contar la ansiedad, irritabilidad y el insomnio. El tránsito, la música en las discotecas, conciertos o fiestas; el sonido de las fábricas e, incluso, los gritos, son grandes enemigos de la salud auditiva y mental. En fin, estamos a menos de 24 horas de festejar el Día Mundial del Medio Ambiente y pareciera que nada hemos hecho para remediar la enorme contaminación que hemos provocado, como si estuviésemos empecinados en tratar de destruir nuestro hábitat. Ya es común, en Chilpancingo y en las principales ciudades del estado, que la gente deje sus bolsas de basura en cualquier esquina, en cualquier lugar, en donde sea, con tal de no llevarla a casa, un problema que las autoridades municipales se niegan a resolver o le falta “seso” para lograrlo.

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