jueves, 26 de julio de 2012

COLUMNA

El Diablo y Calderón


Apolinar Castrejón Marino


¿De que se reirá Felipe Calderón cuando pronuncia su discurso diario en la televisión? ¿Acaso se burlará de nosotros, o es el hombre más optimista de México, o de plano estará borracho?
Sucede que los mexicanos no tenemos muchos motivos para sonreír, con la escases de empleo, el encarecimiento de los productos de consumo popular y la inseguridad.
O quizá en los elevados círculos del poder y la riqueza en la que vive, como Presidente de México, no se padezcan los problemas que nos aquejan a quienes si teneos que trabajar, construir nuestro patrimonio y velar por nuestra integridad física, con nuestras propias manos.
La insatisfacción y el disgusto de los compatriotas, sumados a la impotencia por no poder decirle a Calderón todo el odio y aborrecimiento que hemos acumulado hacia su deplorable desempeño, algunas veces se traducen en burlas y mofas. Veamos algunos ejemplos.
Felipe Calderón, Barak Obama y la Reina Isabel se encontraron en el inerno y tuvieron este diálogo:
El Presidente de los Estados Unidos le contaba a la Reina de Inglaterra que sabía que en el inerno también hay un teléfono rojo y que iba a hablar con el diablo para pedirle autorización de usarlo.
Y efectivamente fue al diablo, y le pidió permiso para hacer una llamada a los Estados Unidos para saber cómo se había quedado el país después de su fallecimiento.
El diablo le concedió la llamada y habló durante 2 minutos. Al colgar, el diablo le dijo que de la llamada eran 3 millones de dólares; Obama le hizo un cheque y la pagó.
Al enterarse de esto, la Reina Isabel hizo lo mismo y llamó a Inglaterra durante 5 minutos y el diablo le pasó la cuenta de 10 millones de libras, que su majestad pagó sin pestañear.
Felipe Calderón también sintió ganas de llamar a México para ver cómo había dejado el país y habló por 3 horas. Cuando colgó, el diablo le dijo que eran 1.00 peso. Calderón se quedó atónito, había visto el costo de las llamadas de los demás y le preguntó por qué era mas barato llamar a México.
Y el diablo le respondió: Mira cabrón pelón… con el desempleo, la inseguridad y la corrupción de tus funcionarios, ya bastante tiene los pobres atarantados.
Pero con el precio de la gasolina, el miserable salario mínimo, las reformas y las nuevas políticas que les están aplicando según tus órdenes, la inmisericorde ley del ISSSTE, las reformas a PEMEX, el pinche tráfico y la tenencia vehicular, el costo de la vida en México se ha convertido en un verdadero inerno…y pues... de inerno a inerno, la llamada es local.

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