martes, 31 de julio de 2012

COLUMNA

¡Hola demonio!


Apolinar Castrejón Marino

Quizá usted conozca la simpática figura de una gatita, que aparece en vestidos y blusitas, en zapatos y bolsos a los que son aficionadas las niñas y jovencitas. La llaman Hello Kitty y está muy difundida por todo el mundo.
Es el producto principal de una compañía japonesa llamada Empresa San Rio surgida en 1976. Es tal su éxito de este personaje, que fue nombrada Embajadora del Turismo y de la UNICEF en Japón.
Pero esta figura que se relaciona directamente con la moda infantil y con los sentimientos de ternura y simpatía de nuestras hijas y hermanas, tiene una historia increíble. Los pocos datos a la mano de su origen, indican que nació en 1974 en Londres, Inglaterra. Su aparición es producto de la creatividad de la publicista y diseñadora de origen japonés Hikaka Shimizu.
Los periodistas e investigadores trataron de obtener algunos datos del entorno del felino personaje, pero sus creadores y distribuidores se negaron a proporcionar información. Así que tomaron la búsqueda por su cuenta y esto fue lo que encontraron.
Una versión asegura que la idea surgió a partir de la figura popular japonesa a la que llaman Maneki Neko, que significa gato de la suerte o gato de la fortuna, originario de la tradición oriental más antigua, por lo cual se supone una figura pagana.
Otros de plano se encontraron con la historia de una niña de 10 años que en el año de 1970 estaba gravemente enferma de cáncer en la boca. La pequeña padecía extraño cáncer que le invadió la boca, y que le impedía comer y tomar líquidos.
En poco tiempo, el cáncer invasivo cundió por otros órganos del sistema digestivo de la niña. Ante la gravedad del caso, su madre Hikaka Shimizu se refugió en la fe, buscando alivio en cuanta iglesia y culto había, sin obtener resultados positivos.
Atormentada por la impotencia, y ante la consternación de ver como su hija se consumía, acudió al satanismo y ocultismo. Así llegó presentarle a su hija al demonio, para pedirle que le salvara la vida. A cambio, Hikaka Shimizu le ofreció que haría que adoraran al diablo en todo el mundo a través de un juego o de un juguete.
El Demonio cumplió lo que la madre le pedía, y entonces Hikaka Shimizu diseñó una muñeca de que ocultara en un aspecto infantil, lo más significativo de la demonología. Así surgió la figutra de una gatita de aspecto tierno e inocente, pero que en el nombre lleva su mejor significado: Hello Kitty. Del inglés que significa Hola y del Chino Kitty que significa Demonio.
Aunque el producto Kitty era un gran éxito, la diseñadora abandonó la empresa y se refugió en el anonimato. Una ligera observación nos rebela que la gatita no tiene boca, lo cual denota la veracidad de quienes aseguran que la figura se inspiró en el caso real de que su hija.
Más revelador es el dato de que muchos satánicos y ocultistas llevan tatuado el personaje pretendidamente infantil en la piel. Y también hay sobrados testimonios de que es venerada con el nombre de «La Hija del Demonio» en las misas negras.
En 1999 en Hong Kong fue muy sonado un caso al que la policía impuso el nombre de «Hello Kitty», debido a que unos asesinos mataron a una joven mujer. No conformes con tan atroz crimen, cortaron la cabeza de la mujer y la escondieron dentro de una gran muñeca de Hello Kitty.
En agosto de 2008 Kitty volvió a ser el centro de atención, cuando la revista «Time» entrevistó a la diseñadora y entre otras cosas le preguntaron por qué la muñeca no tiene boca.
Lo que dijo resulta increíble: «…no tiene boca, para que la gente que la mire pueda proyectar libremente sus sentimientos. Es una razón sicológica. No debe estar vinculada a ninguna emoción y tiene una cara inexpresiva, pero parece feliz cuando la gente es feliz ¿Cómo la ve?

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