viernes, 10 de agosto de 2012

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista


Este día, en que celebraba su cumpleaños, recordamos con mucho cariño y gratitud a don Juanito Osorio Refino, Pionero en la venta de artículos deportivos en Chilpancingo. Por la mañana sus familiares ofrecieron una misa en su honor en el templo de San Francisco de Asís.
Cierta ocasión, cuando eran casi las tres de la tarde, pasamos caminando frente a la tienda de deportes que estableció en su domicilio de la avenida Álvarez (antes calle «Himno Nacional» y más tarde «Centenario»). Tuve en suerte ser su amigo desde hacía mucho tiempo, amistad que en forma similar cultivamos con sus hermanos Humberto, el sacerdote y don Arturo, así como con sus hermanas y demás respetable familia.
-¿A dónde va don Héctor?, me preguntó.
«Vamos a comer, si gusta, don Juanito».
-¿Tiene tiempo?
«Sí, señor, respondí».
Hizo la señal de alto a un taxi que pasaba y fuimos a comer a una casa campestre de su propiedad que cuidaba una familia de campesinos. Pidió a las señoras que hicieran «gordas» (memelas) y nos sirvieran unos frijolitos hervidos con epazote y pedazos de carne.
Buena parte de esa tarde la pasamos conversando de todo. Disfruté no sólo esa vez sino siempre de la amistad del gran hombre trabajador y ciudadano ejemplar, pero sobre todo gran amigo quien impulsó como pocos el deporte en Guerrero. Seguramente que por su grandeza como ser humano siempre me agradó ser su amigo y disfruté su humildad, su sencillez y modestia.
Tuvo aquí un gran equipo de Beisbol, el famoso «Casa Osorio». Después de iniciado el negocio de talabartería que estableció su papá, originario de Puebla, lo tomó su hermano Arturo y después don Juanito, negocio que sigue funcionando ahora en manos de sus hijos quienes le han aplicado variantes muy importantes.
Este día cumpliría 87 años de edad –igual que mi padre que nació el 9 de enero de 1925- y es por ello que su familia, hijas e hijos principalmente le ofrendaron una misa en el Templo Expiatorio de San Francisco de Asís, a las ocho de la mañana. Nosotros, jamás olvidamos a la gente buena, noble, trabajadora y que dejaron huella ejemplar para hacer más grande a la tierra que nos vio nacer: Chilpancingo. Gracias, don Juanito Osorio Refino, por su muy grande, noble y fina amistad.
Datos Biográficos:
Don Juan Osorio Refino nació en la ciudad de Puebla el 10 de agosto de 1925, radicando posteriormente en Chilpancingo lugar del que toda la vida se dijo originario.
Se graduó como Maestro de Educación Primaria en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en donde aprendió el oficio de Talabartería, actividad a la que posteriormente se dedicó en la entonces calle Centenario (hoy Avenida Álvarez) número 29 de la ciudad de Chilpancingo, realizando trabajos de reparación de lonas para trailers, maletas, asientos, zapatos, bolsas, etcétera.
Fabricaba mochilas, pelotas de futbol, fundas y fornituras de cuero así como banderines y estandartes. Comercializaba también todo tipo de artículos militares y Bandas de Guerra.
Su afición al Beisbol le creó la necesidad de iniciar con la venta de pelotas, bates, manoplas, uniformes y zapatos para ese deporte y posteriormente ampliar en general a la venta de artículos deportivos.
Era tal su afición al ‘Rey de los Deportes’ que patrocinó el primer equipo de Beisbol en Chilpancingo, al que nombró «Casa Osorio», llegando a ser un gran promotor deportivo y formador de deportistas, ya que sin escatimar esfuerzos traía equipos de diferentes lugares del estado a quienes financiaba todo para que jugaran en Chilpancingo.
El Chilpancingo de aquel entonces era tan tranquilo y seguro, al grado que el gobernador del estado Darío L. Arrieta Mateos se daba el lujo de transitar por las calles libremente y tener de amigos a los chilpancingueños los cuales todos se conocían y se saludaban. Siendo el gobernador aficionado al beisbol, a don Juan le compraba y encargaba sus accesorios.
Don Juan Osorio combinó la reparación de calzado con la venta de artículos deportivos fundando en 1960 la tradicional «Casa Osorio», ubicada en la calle Morelos número 10, Bajos del «Cine Guerrero», lugar en el cual se apoyó inicialmente de sus hijas María Mercedes y Yolanda.
A partir del año 1975 incursionan en el negocio sus hijos Juan Gerardo, Francisco Javier y José Antonio, quienes al poco tiempo aprendieron y se formaron siguiendo el ejemplo de esfuerzo y trabajo de su señor padre en el comercio, logrando hacer crecer la ya para entonces tradicional «Casa Osorio, la Casa del Deportista» de la cual fundaron cuatro sucursales de artículos deportivos.
Este espacio, en fecha tan especial lo dedicamos con afecto y cariño a la memoria de don Juan Osorio Refino y de su muy respetable esposa, doña Eulalia Flores Apátiga, «Doña Yayita», así como a sus hijos.

1 comentario:

  1. Que se vaya a la mierda esa familia, yo la conoci de cerca, mientes!!! eran unos hipocritas, sobre todo el sacerdote hijo de puta!!!

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