Peligro latente y sin freno alguno operan los vendedores ambulantes de gorditas rancias de manteca, quienes se han apropiado de todas las paradas de las combis y de las plazuelas, como es el caso de la avenida Alvarez y Guerrero, ocasionando malestar a la población. Y nadie hace nada por detener esta epidemia. (Fotos: Teodomiro Ortega de la Cruz).
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