lunes, 1 de octubre de 2012

COLUMNA

De Frente


Miguel Angel Mata Mata


LOS 81


La realidad de los municipios en nuestro país, lo mismo que en Guerrero, es lamentable. Alcaldes pilluelos que se llevan hasta los clips de las oficinas, lo mismo que políticos que han instaurado el negocio de los juicios laborales en contra de las autoridades locales, no dejan margen de maniobra para que los nuevos alcaldes cumplan con sus obligaciones básicas: seguridad pública, limpieza de las calles, alumbrado público, agua potable y drenaje eficientes.
Algunos discursos de los nuevos ediles forman parte de auténticos tratados de catarsis colectiva. Anunciar que la banca rota es el activo único y único que han encontrado al asumir, así como el anuncio de que quienes les anteceden son responsables de criminales desfalcos, forman parte de la idiosincrasia política de los guerrerenses. ¿Recuerdan a Zeferino Torreblanca anunciar cárcel para su antecesor, al asumir como alcalde? ¿Luego lo recuerdan cuando apareció sonriente y de la mano del mismo al que acusaba, durante una sesión del grupo ACA? Esa película, al parecer, se repetirá.
Lo cierto es que todos los ayuntamientos han sido recibidos con obesas administraciones nutridas de las campañas políticas. La alternancia es saludable para cualquier manejo de los recursos públicos. Funciona como una especie de contrapesos para evitar los abusos. Pero en los municipios esa alternancia ha degenerado en la colocación de militantes de uno u otro bando político en las nóminas municipales al grado de engordarlas y llevarlas a la banca rota.
En Guerrero a partir del primer minuto de este domingo 30 de Septiembre, entraron en funciones las 81 nuevas autoridades municipales electas el pasado primero de julio, las cuales culminarán sus responsabilidades el próximo 29 de septiembre del año 2015.
La mayoría de los presidentes municipales recibieron los ayuntamientos en crisis económica, endeudados, con laudos que cumplir, quincenas pendientes que pagar a sus trabajadores y demandas penales por desvíos económicos, entre otros problemas que tendrán que solucionar en los primeros días de sus respectivas administraciones.
Tales son los casos de los municipios de Acapulco con una deuda superior a los mil millones de pesos, Iguala de la Independencia con varias obras públicas inconclusas, Chilpancingo con una demanda de sus trabajadores por el desvío de siete millones de pesos, Tixtla de Guerrero y Zihuatanejo con adeudos a sus trabajadores, entre otros municipios que terminaron con severos problemas económicos.
En Huamuxtitlán, San Luis Acatlán, Atoyac, Iguala y Coyuca de Benítez, se presentaron algunos incidentes menores con grupos de ciudadanos inconformes con las autoridades salientes, sin embargo, después de dialogar con los nuevos presidentes municipales se retiraron de manera pacífica.
Deseamos que la prudencia y la eficiencia administrativa rijan las decisiones que tomen los nuevos presidentes municipales y eviten caer en la tentación de pagar a sus militantes con su inclusión en la nóminas municipales, vicio que hemos padecido desde hace quince años, acompañado por el saqueo permanente de los recursos municipales. Esperemos que nuestro deseo no sea quimera.
TRASCENDIÓ
QUE al reunirse con el gobernador algunos de los diputados locales aprovecharon para solicitar a éste apoyo económico para tapar los boquetes financieros que dejaron cuando fungieron como presidentes municipales. ¿Fue el de Chilpancingo quien logró 20 millones de pesos para evitar la escandalera? ¿Fue negociación el préstamo o moneda de cambio para el control del poder legislativo? Ya se verá.
QUE en Acapulco hay júbilo y expectativas positivas por la llegada de Luis Walton Aburto a la presidencia municipal, pero hay descontento entre los propios miembros del Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, por la inclusión del zacatecano hermano de Ricardo Monreal como secretario de desarrollo social. Se dice que le preparan el camino para lanzarlo como candidato a diputado federal por uno de los distritos de Acapulco y, luego, como alcalde. Por lo pronto le designarán a una especia de «guía de turistas» como subsecretario, quien tendrá la tarea de pasear al flamante extranjero por colonias y barrios populares de la ciudad. ¿Otra vez Julio Bernal hará ese trabajo y no lo catapultarán como regidor o diputado? ¿Ingratitud?

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