COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

  Héctor Antonio Astudillo Flores, con toda justicia, se ha convertido en el personaje de la polémica de estos días o mejor digámoslo de una manera menos heroica, de entre los priistas, quienes deben amarlo, porque movió las aguas en serio.

Aquello luego de que el adolescente cuarentón, Rubén Figueroa Smutny, quien se ha dado la tarea, de erigirse en la Laura Bozo o Rocío Sánchez Azuara del PRI estatal, para sacar los trapitos al sol de sus correligionarios.

Y con gritos que superan al «que pase el desgraciado», y el periodismo del chisme tácito, el ex coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso local, se llenó de indignidad, y se les fue a los priistas, para que lo extrañaran.

El día de ayer mismo, en un enlace telefónico a la radio calentana, fue claro al decir que no podía soportar a los enviados, así lo dijo él, por Cuauhtémoc Salgado Romero, el dirigente priista venido a menos, y cada vez menos, o de menos, con mucha carga del palo del gallinero.

Astudillo Flores expresó que Cuauhtémoc, ese de la hechura de Emilio Chauyfett Chemor, como en esas palabras herejes que dicen que el hombre fue hecho a semejanza de Dios, es factor de división. Por ello,  mientras el calentano, siga en el PRI, no acudirá a ninguno de sus llamados.

El ex presidente municipal de Chilpancingo, ve moros con tranchete en todos lados, quizá podamos decirlo así, pues los males que le llegan, vienen del mosquetero de Chauyfett, le envía gente para reventar contra él, para desprestigiarlo, para acabarlo.

Una situación que no sucederá, advierte Astudillo Flores, pues a pesar de que se sigan exhibiendo sus miserias en este reallity show tricolor, él seguirá trabajando. Y también dijo que es cierto que fue con Pedro Joaquín Codwell, su dirigente nacional, pero no porque él pidiera audiencia, sino porque lo mandaron llamar.

También aseguró que fue mentira que le pidiera la renuncia de Cuauhtémoc Salgado, lo que hizo fue que le informó de las formas en que se conduce al PRI en Guerrero, desafortunada, sin dirección, sin sentido y mucho menos tacto político, luego entonces, como que no hacía falta que lo pidiera directamente.

Astudillo Flores le ha declarado la guerra al grupo Figueroa, de cierto, y en esto, la amenaza, parece ser, que el ex coordinador parlamentario priista, pudiera ser la piedrita en el zapato. Es algo que no termina aún, digamos que este capítulo no cierra, pese a que Salgado Romero se haya pertrechado y no salga a declarar ni a favor ni en contra.

Y en esto, la astucia de Salgado Romero, parece resumirse, en que todos hablen y griten pues ya se cansarán, y entonces, sólo entonces, las aguas volverán a su nivel, que han sido esas precisamente: desbordadas.

Que si el gobernador, Ángel Heladio Aguirre Rivero, como en Acapulco, les dio la forma de hacer una alberca con olas de mar, a unos metros del mar, es un asunto aparte, pues los priistas solitos, pero en verdad solitos, se están comiendo, como si en ello fuera la consigna de aniquilamiento interno. 

Veremos y discutiremos, mientras el conductor del Reallity, Figueroa Smutny, busca otra víctima a quien despellejar, por órdenes divinas, o por ocurrencias diabólicas, el mensaje es: cuídense todos, porque hasta Salgado Romero pudiera marchar, ya como víctima, o como el desgraciado lauresco. 

No importan los gritos de plañidera, ni se necesita que los otros partidos políticos hagan esfuerzos para que el PRI se haga mal, en estos días, practican el canibalismo, y lo peor del caso, es que no se detienen allí, pues la bacanal es entre hermanos.