NOTA ROJA

Sin las herramientas

Protección Civil:EAM 

Omar Bello Pineda.PETATLAN, GRO.- A unos días de que inicie la temporada de incendios forestales, la Dirección de Protección Civil no cuenta con las herramientas necesarias para hacerle frente a un siniestro de grandes magnitudes como los que usualmente se suscitan en la región de la Costa Grande.

Lo anterior fue confirmado del problema que impera en la Dirección de Protección Civil, por el subdirector de la corporación  Emigdio Abarca Martínez, quien dijo que efectivamente no se cuenta con mangueras pero aseguro que se está gestionando para que se compren a la brevedad posible ya que este tipo de material es de suma importancia,  «se espera que de un momento a otro se tengan ya lo que falta».

Todo esto es producto de la falta de herramientas básicas en la Dirección de Protección Civil, los elementos de esta corporación temen no poder controlar un incendio de grandes proporciones, en los que tal vez haya hasta vidas en peligro.

De no comprarse las mangueras a la brevedad posible si se presenta una conflagración no tendrán forma de extinguirlo, como quedó de manifiesto hace días con un vehículo que se incendió dentro de un domicilio donde a causa de que no hay líneas como se le llama a la manguera en el argot de los bomberos, tardaron más de lo que se acostumbra, poniendo con esto en peligro a los vecinos del lugar.

Abarca Martínez, admitió «entendemos que ya estamos próximos a entrar en la temporada de la sequía  y siempre se suscitan incendios forestales, y nosotros carecemos de mangueras, será difícil combatir, si teniendo tardan en apagar el fuego ahora no habiendo será imposible poder extinguir hasta el más mínimo siniestro».

Extraoficialmente se conoció que esa dependencia no cuenta con lo necesario, porque el ahora jefe de turno Arturo Maciel Cadena, hace meses por su desconocimiento que tiene del ramo las quemó.

Cabe destacar que en el año que culminó la Dirección de Protección Civil acudió a extinguir un promedio de tres incendios por semana en los que en ocasiones tardaban hasta cuatro horas en poder  apagarlos, y en ese entonces tenían mangueras con las que hacían el trabajo.