miércoles, 27 de febrero de 2013

COLUMNA


Sin Concesiones

Armando Patrón

 • Locuras en Chilpancingo
Preocupado y agobiado porque un posible escenario para ser candidato a gobernador se le esfuma, el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos se muestra incapaz para solucionar las diversas problemáticas que aquejan a la ciudad de Chilpancingo, entre ellas a la escasez de agua potable.
Concentrado más que nada en ser el próximo gobernador del estado, en que su partido, al que traicionó en la pasada elección de gobernador del estado, lo postule como su candidato, el alcalde ya perdonó el desfalcó cometido por la pasada administración, y ha enfocado su estrategia en sacrificar al pueblo, aumentando los impuestos al predial, al agua potable y a todo tipo de servicios que presta su deficiente administración.

A su llegada Mario Moreno Arcos, convirtió su administración en agencia de colocaciones de sus amantes, amigos y familiares. Son sólo algunas familias las que obtuvieron jugosos puestos en esta alcaldía de Chilpancingo, como los Moreno, los Arcos, los Villanueva, los Adame y los Huitrón. Todos ellos sin merito alguno propio, pero sí con actitudes serviles y mediocres.
Son cientos de líderes sociales y operadores políticos, además de dirigentes de organizaciones sociales priistas que están cobrando en la nómina del Ayuntamiento, que al igual que el alcalde Mario Moreno Arcos, no han podido solucionar los múltiples problemas de Chilpancingo.
La simulación y la ingobernabilidad, aunado a la desmedida ambición por el poder, son algunos de los múltiples factores que tienen de rehén al pueblo de Guerrero, por parte de un personaje oscuro que ha sido incapaz de solucionar la inseguridad, el problema de la basura y el desempleo que persiste en Chilpancingo.
Como parte del acuerdo que tuvo con un conglomerado de fuerzas, entre ellas el gobierno de Aguirre Rivero, de Héctor Astudillo Flores y la de su hermano Ricardo Moreno Arcos, Mario Moreno arribó al poder con la finalidad de ascender  a costa de lo que fuese, a costa del propio pueblo de Chilpancingo, que ha tenido que pagar con creces la indolencia de un grupúsculo de personajes que ambicionan continuar enriqueciéndose.
Las burdas obras de embellecimiento de la ciudad, mientras el pueblo se muere de hambre, sólo servirán para aumentar la grave crisis de la sociedad, porque  los capitalinos pagarán por su mantenimiento. Son obras para  justificar el gran desvío de recursos.
Desde la llegada de Mario Moreno Arcos, el mal servicio de recolección de la basura, ha sido la constante; se incentivo a los recolectores privados, herencia de Astudillo Flores; aumentó la escases de agua potable, debido a que se quiere recabar dinero no pagando a la Comisión Federal de Electricidad. Se quiere tapar el desfalco de la actual administración. Es increíble que ante tamaña evidencia, no haga nada, con la finalidad de que todos los saqueadores respalden su deslucida campaña a la gubernatura.
Mario Moreno Arcos, es un ferviente promotor de la reforma educativa, que impide la herencia de las plazas a los hijos por parte de los maestros, apoya la reforma laboral que destruye los derechos de los trabajadores, apoyó la reforma al IMSS, que impide pago por jubilación a los nuevos trabajadores, y más linduras en contra de la sociedad.
En días recientes Mario Moreno Arcos, le mintió a la ciudadanía, al pedirle disculpas por la falta de agua potable, aduciendo que la temporada de estiaje se había adelantado, pero eso no es cierto, ya que el edil pretende nivelar las malas finanzas que le heredaron, ahorrándose un dinero al evitar bombear agua potable de las fuentes de abastecimiento. No exige castigo a los que colapsaron las finanzas, porque espera que lo apoyen en su locura de ser gobernador del estado. El pueblo no tiene por qué pagar.

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