viernes, 14 de junio de 2013

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

Lamberto Alarcón Catalán
-Poeta Guerrerense- (Tercera y última Parte)-


En Chilpancingo y Chichihualco, entre amigos y paisanos que conocieron a don Lamberto Alarcón Catalán, había hace años la inquietud de que sus restos mortales fueran trasladados de Ciudad Acuña, Coahuila a la Rotonda de los Hombres Ilustres de Guerrero, debido a que, se decía, en su poema dedicado al Laurel del templo de Chilpancingo, así lo pidió:

   Que no olvide traerme cuando muera
a descansar bajo tu verde fronda,
para que pueda en la compacta sombra
del sepulcro, saber cuando amanece,
porque escuche la orquesta de tus pájaros
que cantan a la Aurora.
El último poema que escribió Lamberto Alarcón Catalán, es el siguiente:
  Por ese mundo,
cerrado de tinieblas,
a donde voy a entrar,
no sabré qué sendero seguir
si no tengo tu luz.
   Piensa en mí,
no me olvides,
proyecta sobre mí
tu pensamiento, y
Dios ha de indicarte
por dónde va mi paso vacilante
y así podrás tenderme
tus manos generosas,
que me lleven a encontrar
la sublime claridad…
Hermanos de Lamberto Alarcón Catalán
1. Micaela Serapia  Alarcón Moyao (Media Hermana) 
2. Balbina Alarcón  Moyao   (Media Hermana)
3. Zenaida Micaela Alarcón Catalán
Con el reportaje que hoy concluimos queda registrado para el porvenir el testimonio de nuestra admiración y gratitud al distinguido guerrerense que supo con su delicado y fino canto colocar muy en alto la poesía y la poesía guerrerense en particular, dejando su huella imperecedera por todos aquellos lugares donde el destino lo llevó, regando el camino de su fructífera vida con sus versos, cultivando amistad a raudales, hasta llegar a sembrar, como lo dijo, sus raíces en Acuña, Coahuila, ciudad a quien con Chilpancingo y Chichihualco fraternizó para siempre con su nombre, con su hidalguía, con su obra poética y con su descanso eterno.
En Ciudad Acuña, Cohauila, físicamente Lamberto Alarcón Catalán está sepultado, pero Chichihualco y Chilpancingo conservan en el corazón y en la memoria su hermoso “Canto al Laurel del Templo de Chilpancingo”, lugar donde hace 200 años se celebró el Primer Congreso de Anáhuac.
Clamamos porque nunca más a Lamberto Alarcón Catalán se le mencione como “El Poeta Olvidado”, porque él y el tesoro que es su obra, no lo merecen.
(Nuestro más profundo agradecimiento a los familiares del poeta quienes tuvieron a bien enviarnos material gráfico e informativo para enriquecer nuestro modesto reportaje: Héctor Contreras Organista).

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