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Héctor Contreras Organista

El sábado pasado, durante el programa de homenaje al ex gobernador de Guerrero, Israel Nogueda Otero en Chilpancingo, saludamos a Florencio Salazar Adame, chilpanchingón que no necesita presentación en virtud de su muy larga y valiosa trayectoria política.

Fue presidente municipal de Chilpancingo (de cuando los había buenos y él fue de los mejores) y acaba de entregar su responsabilidad como embajador de México en Colombia.

Ha regresado al toronjil y a la semita:

-Florencio, qué gusto saludarte y sobre todo en Chilpancingo.

“El gusto es mío, Héctor, compañeros en la Secundaria. Ya ves que nuca me he desarraigado: La tierra es la tierra y hay que estar aquí siempre”. 

-¿Cómo te fue en Colombia?

“Bien, estuve cinco años como embajador y creo que realizamos programas sustantivos que acercaron mucho nuestras relaciones”.

-Muy a gusto.

“Encantado, sí”

-¿Entregaste ya la embajada?

“Ya la entregué, ya me jubilé en la política, como dije en varias oportunidades”.

-Como presidente municipal de Chilpancingo te tocó una responsabilidad muy importante.

“Fue una gran experiencia. Cuando reviso las diferentes oportunidades de cargos públicos y políticos, seguramente la que me causó mayor satisfacción fue el haber sido alcalde”.

-Trabajaste con muchos gobernadores en forma directa. En el caso del licenciado Israel Nogueda Otero, ¿cómo lo recuerdas?

“Lo conocí cuando fue alcalde de Acapulco. Yo era director juvenil del PRI y él me dio las primeras oportunidades políticas importantes, como haberme promovido a la secretaría general del comité estatal y de la CNOP, pero además siempre me dio mucha confianza y apoyo, y eso me permitió realizar actividades de organización política. Cuando terminó el gobierno en las condiciones lamentables en que esto pasó yo mantuve una relación estrecha, siempre le tuve un gran respeto, era un hombre decente, correcto, interesado en los problemas del estado y creo que el tiempo le va a dar a él el reconocimiento que le corresponde a un gobierno honesto como fue el de Israel Nogueda Otero”.

-¿Alguna anécdota?

“La última vez que lo vi yo acudía a una reunión nacional de la CNOP a Piedras Negras, Coahuila, y llegué a su despacho, me había citado a las ocho de la noche y salió el ayudante: Dice el licenciado Nogueda que lo va a recibir al final, que se espere, quiere platicar largamente con usted. Y ese final fue como a la una de la mañana. Lo encontré en su escritorio, con los ojos totalmente enrojecidos de lo pesado de la jornada laboral, la lectura de documentos y le dije: Licenciado, ya son horas bastante prolongadas para que usted estuviera en el despacho, dice: Ojalá y el que venga esté en estos mismos horarios trabajando por Guerrero”.

-Florencio hoy que ya te has jubilado de la política, ¿Dónde vas a vivir?

“En la ciudad de México, estaré viniendo para acá”.

-¿Cuál es el saludo a tus paisanos?

“Pues, como siempre, desearles que superemos todos los problemas, que nos sumemos a nuestras instituciones políticas porque Guerrero necesita hoy una unidad que se exprese en trabajo, desarrollo y paz social”.

-Sin tratar de abundar más sobre el tema de la inseguridad, conoces el problema en Colombia. Comparativamente con México, ¿cómo ves la situación?

“Son realidades diferentes pero estamos nosotros en una situación tan complicada como ellos lo han estado también”.