viernes, 19 de julio de 2013

PRIMERA PLANA

Negaron el apoyo los
militares a PC-Atlixtac


Sergio Ferrer.TLAPA DE COMONFORT, GRO.--Autoridades y promotores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias “Policía Comunitaria” (CRAC-PC), adscritos a la Casa de Justicia de El Paraíso en Ayutla de los Libres, informaron que no tienen ningún retenido por los cinco asesinatos cometidos contra pobladores de Atlixtac, pero que el caso será investigado. 

Precisaron sobre los hechos, calificándolos de “crueles e inhumanos”, que murieron dos policías comunitarios  los cuales en ese momento no estaban de servicio. Las víctimas fueron torturados,  maniatados con la boca tapada, arrojados a una barranca a donde les dispararon con armas de grueso calibre. 
A pesar de que el Ejército Mexicano se encuentra desde el domingo en el poblado de Tlatlauquitepec  realizando acciones de “labor social” que incluye reparación de aparatos electrodomésticos, consultas médicas; al solicitarles la PC de Tlatlauquitepec apoyo cuando encontraron los cuerpos, “no hubo respuesta”. 
“Esa situación no paró la labor social no hubo intervención estamos ajenos a los hechos”; mencionó ayer al respecto un mando del 93 Batallón de Infantería. 
Coordinadores, comandantes regionales, promotores de la CRAC-PC en Olinalá, Huamuxtitlán, Atlixtac y Tixtla desmintieron versiones de inter-diarios, a cuyos voceadores les pidieron retirarse de la comunidad, al asegurar que no hubo atención del caso por parte de elementos de la Policía Ministerial ni del Ministerio Público. 
Una versión de los hechos refiere que las personas partieron el lunes temprano de su comunidad  a visitar a familiares o conocidos en San Juan Bautista Coapala cuando fueron atacados con disparos, pero aunque lograron salir del poblado fueron  emboscados entre este poblado y Cuixilotepec, siendo finalmente asesinados los dos comunitarios después de varias horas de padecer agresiones físicas al igual que otra persona más y dos habitantes de Zalpizahuatl. 
Hasta la tarde de ayer, familiares de al menos dos de los occisos buscaban a alguna autoridad que pudiera emitir el certificado médico que les permitiera acceder al acta de defunción y poder enterrar a sus familiares.  
A un kilómetro del crucero en una sencilla casa una mujer nahua llora y se acerca a los ataúdes de Martín y Carlos. Eran sus hijos que tenían 25 y 19 años. 
Desconsolada, sus manos se mojan de lágrimas cuando se las lleva al rostro.
Dos  gorras con las letras de Policía Comunitaria están sobre los féretros: “ellos no tenían problemas, eran campesinos y estaban solteros”; dijo su madre en náhuatl a reporteros momentos antes. Niñas y niños se acercan a escuchar. 
Dos habitantes aseguran que no hay marcha atrás con la Policía Comunitaria; “porque antes se metían a robar a las casas levantaban gente inocente y la golpeaban por lo que es necesaria la comunitaria”. 
La madre solo asiente que quiere que la justicia llegue y detengan a los culpables de la muerte de los jóvenes y pide a los periodistas no decir mentiras en sus periódicos. (API).

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