martes, 3 de septiembre de 2013

ARTICULO

Yo, ciudadano

Informes: La vida es sueño


Gustavo Martínez Castellanos

Supimos que el PRI estaba completamente de regreso cuando vimos la foto del gobernador de Guerrero supuestamente dormido porque quienes contamos con más de cuatro décadas de vida en México y desde jóvenes nos dedicamos al periodismo pudimos recordar que en sus últimos meses otro connotado priísta también solía dormirse en los informes: el líder nacional de la CTM, Fidel Velázquez, quien a pesar de que sus gafas oscuras impedían saber hacia dónde, a quién estaba viendo o si estaba dormido, no podían impedir que se le vieran los cabeceos del agotamiento por la edad y por lo soporífero de aquellas maratónicas tenidas de demagogia pura que eran –y siguen siéndolo- las lecturas  de informe presidencial de gobierno.

Sabemos que el PRI está de regreso porque sabemos también que ante uno de los tantos empujes modernizadores que vivió su partido, sus cúpulas se negaron tajantemente a dar por terminado ese ritual que con el paso de los años ha ido decayendo a grado tal que seguramente hoy Peña Nieto lamentó que aquellos cambios no hayan operado.
Pero el regreso del PRI no solo tiene que ver con el cansancio y aburrición que genera un espectáculo cuyo formato ya es del todo tan inoperante que sólo sirve para que twiteros y fecebuqueros practiquen la chunga en tiempo real, sino porque ya es imposible que, en estos tiempos, un solo documento leído a una sola voz, en un recinto erigido sólo para ese acto, en el entorno de una diversidad de corrientes y de posturas de tantos funcionarios, políticos y empresarios bajo un mismo techo, pueda pretender siquiera ponerlos de acuerdo cuando menos en prestarle atención. Más aún en creerse sus contenidos. Sobre todo en México en donde la política lo mismo sirve para satisfacer los deseos de poder y dinero de cualquiera que alcance fuero que para que cualquiera termine en una celda como les pasó a Gordillo y a Garnier, según los vaivenes de la justicia mexicana.
Esperamos que Peña Nieto se haya dado cuenta hoy de que el PRI y el gobierno necesitan reformas estructurales. Romper inercias casi centenarias. Su Informe presidencial –contenido aparte- dio cuenta también de que ante las circunstancias su lectura seguirá obligando al Ejecutivo a vivir ese lastimoso peregrinar para encontrar un recinto que la oposición o grupos lastimados en sus intereses no puedan cercar o definitivamente tomar; sí, como a una fortaleza medieval: a sangre y fuego. Ya lo vimos.
Aguirre parece dormitar en su silla de invitado en esa carpa en los Pinos ¿se imaginan si el informe hubiera sido en el Congreso; ahí donde diputados y senadores descabezan de vez en vez una reparadora siesta? Y Aguirre ha sido diputado y senador.
Sin embargo, no se le puede culpar por esa repentina falta de fuerzas para enfrentar el acto protocolario más largo de nuestra republicana vida; no debemos olvidar que en Guerrero las cosas pintan tan mal o peor que en el país para Peña Nieto quien, cómo olvidarlo, a unos meses de haber sido ungido presidente de México también se quedó dormido en el funeral de Hugo Chávez. Y nadie armó tanto escándalo.
Así, de siesta en siesta, y mientras los problemas se acumulan, para nuestros políticos, de un tiempo a la fecha, la vida se les ha ido volviendo puro sueño.
Nos leemos en la crónica: gustavomcastellanos@gmail.com; http://culturacapulco.blogspot.com
Nuevo número de www.culturacapulco.com en la red; le hicimos algunos cambios sugeridos por nuestros lectores. Los invito a visitarla y a compartirla. 

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