martes, 1 de octubre de 2013

COLUMNA

Sin concesiones
Armando Patrón

 --Y después de la tormenta la ciudadanía a pagar

Después de la desgracia ocurrida a miles de guerrerenses, que perdieron gran parte de su patrimonio a causa de la irresponsabilidad y desidia de nuestros gobernantes, el ejecutivo del estado en acuerdo con el congreso, se preparan desde ya para que sean los ciudadanos los que paguen por los daños causados por la tormenta “Manuel” e “Ingrid”, y mientras, los culpables de otorgar permisos en humedales y barrancas, se aprestan a continuar  con sus millonarios negocios.

Es cierto, una parte de la culpa, la tienen, quienes invadieron cauces y barrancas, además de quienes adquirieron propiedades en zonas de alto riesgo, pero también la tienen las autoridades que lotificaron esos pedazos de tierra. Durante, muchos años los gobiernos priistas, concedieron permisos y lotificaron a orillas de los ríos y arroyos a tal grado de casi desaparecer la margen del río Huacapa. Sólo a los funcionarios y grandes ricos que perdieron sus propiedades y que lotificaron a orillas de los ríos, les ha llegado ayuda pronta y expedita, mientras la montaña de Guerrero se acerca a la hambruna
Y sí, la ciudadanía tendrá que pagar por los daños causados, porque a petición de nuestro gobernador farandulero de Guerrero, que en esos días de la tragedia bebía, bebía y bebía, el Congreso del estado, autorizó una línea de crédito por 865 millones de pesos al Gobierno local para enfrentar la contingencia que dejó la tormenta tropical "Manuel" en la mayoría de los municipios de la entidad.
A esta deuda se suman los 450 millones de pesos que se autorizaron el pasado agosto del 2012 por 459 millones de pesos hasta por 20 años, el pueblo de guerrero tendrá que sufrir las consecuencias y pagar por la desidia y la desvergüenza de funcionarios y autoridades que se han manejado con irresponsabilidad y que gozan de la protección del gobierno federal y estatal.
Para el próximo año, si no es que antes, se vendrán en cascada los aumentos al impuesto predial, al agua potable, la luz, el drenaje, los refrendos vehiculares, y demás gravámenes, que colapsaran la economía de los ciudadanos guerrerenses.
Lo que parece increíble es que el dinero del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), no aparece por ningún lado, y ni aparecerá, porque todo ese recurso se gastó para financiar la campaña de Peña Nieto y comprar miles de despensas para poder comprar el voto.
Gracias a la participación de la ciudadanía y a su enorme solidaridad desplegada a lo largo del territorio mexicano, se ha podido aliviar un poco la desgracia de los guerrerenses que resultaron damnificados por las lluvias. Son los grandes seres humanos los  que han aparecido por miles, pero las autoridades de gobierno y los legisladores se han escondido. Y es que no es año electoral y dicen que no tienen porque derrochar recursos en algo que no les rendirá frutos. El pueblo deberá tener presente ello. 

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