viernes, 25 de octubre de 2013

PRIMERA PLANA

Impiden tixtlecos traslado de  
hostia milagrosa a la Capital 

Javier Francisco Reyes.TIXTLA, GRO.--Luego de que los feligreses en rebelión, finalmente no permitieron que La Hostia Consagrada Sangrante fuera llevada a Chilpancingo, pero temen que el traidor sacerdote Ignacio Muñiz González la saque  a escondidas del templo de San Martín de Tours, por lo que montaron guardia las 24 horas acompañado con rosarios y hasta con perros.

En estos momentos la hostia milagrosa se encuentra en un nicho bajo llave en uno de los altares de la parroquia céntrica, en donde los feligreses están cuidando que no vaya ser extraída y hasta se hacen acompañar de perros por si es necesario atraparlo  alguien que quiera cometer esa osadía.
Entre mujeres y hombres están en guardia las 24 horas rezando en el interior del templo, por las mañanas y hasta el mediodía se ven pocas personas, pero se incrementa por las tardes, noches y madrugadas que se llegan a reunir hasta  cien y doscientos feligreses que se suman a cuidar La Hostia Consagrada Sangrante de Tixtla.
Como se publicó ayer en La Crónica Vespertino de Chilpancingo el vicario de la diócesis Chilpancingo-Chilapa de Álvarez, Víctor Manuel Aguilar Ríos intentó sacar la hostia y llevársela a otro lado con el pretexto de que la trasladaría a Taxco de Alarcón a fin de que los artesanos le hicieran un cubo o en forma de huevo su vitrina de plata.
Temen los feligreses tixtlecos que el sacerdote apangueño Ignacio Muñiz González pudiera concretar la traición sacando a escondidas la Hostia Consagrada Sangrante de Tixtla, por lo que en ningún minuto la dejan sola, insistiendo de que “aquí se dio el milagro y aquí tiene que quedarse”.
Después de las 17:00 horas de ayer el sacerdote Ignacio Muñiz González apartó del grupo de inconformes a unas 20 mujeres a quienes regañó por la rebelión al oponerse al traslado de la hostia milagrosa a la capital del estado y hasta las amenazó con excomulgarlas.
En tanto que una comisión de feligreses la mañana de hoy se trasladaron a Chilpancingo para continuar las negociaciones con el obispo de la diócesis Alejo Zavala Castro y pedirle que no insista en quitarles la Hostia Consagrada Sangrante de Tixtla como se intentó este jueves a través de su enviado el vicario de la diócesis, Víctor Manuel Aguilar Ríos quien en todo momento trató de convencer a los inconformes.

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