COLUMNA

El Alacrán

¡EL MISOGINIO!

Que tal amigos de la Internet, y estimados lectores de esta columna reciban un cordial saludo de su cuaderno El Alacrán. Paso a comentarles en corto, que estaba sentado en las bancas de fierro, en el jardín, viendo las ¡TORTAS! que con estos fríos las mujeres usan mayas, o leotardos transparente, y se ven

 chidas, chidas, por delante y por atrás, por delante se les nota la raya doble pechuga de su sexo, pasan rápido porque notan que las está uno viendo y por atrás, muestran una gran torta de Jamón. Uy que ricas, algunas caminan como los camellos, dan el paso y meten las asentaderas, hay otras que mueven el columpio con ritmo de vaca, hay otras en donde las chaparreras se les nota demasiado, parecidos a los pantalones de equitación, o como agentes de tránsito esos que van montados en su motocicleta. Hay otras que mueven las macizas como columpio de un lado al otro lado, en eso pasa una  bella nalga, y me quede con los ojos cuadrados, imaginándome una noche con ella. De pronto siento un santo madrazo en la espalda, ¡PAS! Cabrón, me quedó ardida la espalda, era nada menos que el Misógino ¡Que haces buey! No seas cocho hasta la caca me aflojaste. Me pregunta que es lo que te gusta de las mujeres, le respondí todo, todo. Y a ti    A  mí me gusta es verle los brazos y sobacos con pelos, uy que marrano eres, me contesta  piensa, piensa, si así están los sobacos, como estará la selva púbica    Ja, Ja, Ja, Ja, Ja.

Los Quiere Cecilio