lunes, 4 de noviembre de 2013

COLUMNA

De Frente

Miguel Angel Mata Mata

Los culpables

Engaña Angel Aguirre, su hijo Aguirre Herrera
 y el Regidor Wulfrano Salgado a Acapulqueña 

 “Yo pa’que quiero la zumba. Yo no quiero ser una barbi. Yo lo que quiero es el rotplas que me prometieron. Porque yo hable con Aguirre y me ofreció un crédito a la palabra. Yo le dije que no, que aunque lo pagara me lo diera. Porque en esa casilla la 362 o 382 ganamos la elección. Pero ora ya no votaremos por ellos. Ni un voto al PRD. Porque el Angelito ya se compró una gran mansión en la playa. Allá la tiene”.

Ana Nava Muñoz es vendedora ambulante en la playa de Pie de la Cuesta, en Acapulco.   Es morenita, gordita y entrona. Participó en los bloqueos para denunciar que la ayuda ofrecida por los gobiernos a los damnificados por las inundaciones nomás no llegó. Fue entrevistada por un reportero. El video causó furor en las redes sociales (http://www.youtube.com/watch?v=AwAK6ZaTnCo). El sitio ha recibido mas de quince mil visitas en dos días. Ella votó por los Aguirre, creyó en sus promesas, no le cumplieron, los denunció y la metieron a la cárcel.
Víctor García Rodríguez es un vendedor de tacos. Protestó en la costera Miguel Alemán porque los han desalojado de los albergues instalados para atender a quienes lo perdieron todo en las inundaciones. También exigió lo integren a él, y a otros de sus vecinos y compañeros, al programa de empleo temporal.  Ni lo devolvieron al albergue ni le dieron las tarjetas para comprar enseres. Tampoco lo integraron al programa de empleo temporal. Lo metieron a la cárcel y recuperó su libertad tan solo después de pagar trece mil pesos de fianza.
Víctor y Ana tienen algunas cosas en común. Son acapulqueños. Tienen un venta diaria de entre cien o 200, cuando bien les va. Cuando no hay turismo venden ilusiones y llevan esperanzas a sus casas. Viven al día. Hoy se hermanaron en la prisión: a ambos los metieron a la cárcel porque el gobierno les acusa de obstruir las vías de comunicación.
Ellos, Víctor y Ana, son culpables. Han sido castigados con todo el peso de la ley. Pueden estar tranquilos los cuatro ex presidentes municipales, Zeferino Torreblanca Galindo, Alberto López Rosas, Félix Salgado Macedonio y Manuel Añorve Baños. Ya hay culpables luego de las inundaciones. Son un taquero y una vendedora ambulante.
A ellos, mencionados en reportes oficiales como probables responsables de la tragedia de las tormentas,  no los tocarán ni con el pétalo de una duda. El manto de la impunidad les dará ánimos para emprender su inmediata carrera para buscar postularse como candidatos a la gubernatura.  De hecho ya lo hacen.  Con impresionante sonrisa reparten agua, saludos, conferencias y compran olvidos.
 La Procuraduría de Justicia, que amenazó en falso con una investigación para dar con quienes firmaron licencias de construcción y cambio de uso de suelo para autorizar construir miles de casas en los pantanos, ratifica su condición de politizar los casos policiacos o someter las investigaciones a los caprichos del jefe del ejecutivo, quien se ha erigido en juez, agente del MP y en benefactor. Nuestra administración de justicia puede presumir que no investigará a esos pícaros que dicen  fueron presionados para autorizar licencias de construcción. No los perseguirán.
 En el caso de Ana y Víctor la Procu espera le aplauda la sociedad pues actuó de manera rápida, ágil y eficaz contra el peligroso vendedor de tacos y la gordita. Uno puede volver a la calle a ganarse la vida. Otra no quiere ser una Barbi ni tomar clases de zumba. Ella quiere su rotoplas. Él que le den empleo temporal. Pero les dieron bote.
 Los encarcelaron por andar de chismosos reclamando la ayuda que les ofrecieron, y por andar promocionando nuevas mansiones construidas en la playa.  Triste es su caso: les sacaron su voto, les prometieron ayuda, no se las dieron, protestaron y los encerraron, mientras los ex presidentes municipales ahí andan felices, contentos, sonrientes y millonarios. Viva Guerrero. 

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