miércoles, 18 de diciembre de 2013

COLUMNA


Cosmos

 Paisanos con quienes hemos dialogado sobre La Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo en Chilpancingo coinciden en que la vida del festejo popular murió hace muchos años.

Alejandro Cervantes Delgado, siendo gobernador de Guerrero, en 1981  hizo un buen intento por rescatar lo poco que se podía del evento decembrino. 
Utilizó los terrenos del Vivero Chilpancingo para albergarla ya que por buen tiempo anduvo vagando por diversos puntos de la ciudad luego de haberse celebrado en San Mateo por años.
Fue el alcalde Elías Naime Némer quien la sacó de ese barrio. La llevó a la alameda donde el evento perdió su brújula y anduvo vagando por varios lugares.
Alejandro Cervantes Hizo un corral de toros al que bautizó con el nombre de su amigo Belizario Arteaga, montador chilpancingueño famoso por ser valiente ejecutor de “El Paso de la Muerte”.
Mandó construir una media luna con templete y auditorio no muy grande para usarse como “teatro del pueblo” y se le bautizó con el nombre del poeta cuautepeco Rubén Mora. 
Uno de sus grandes esfuerzos fue el rescate de la Danza de Los 12 Pares de Francia que la volvieran a escenificar algunos sobrevivientes de esa danza popular, no duró mucho el gusto.
Ya habían muerto don Chano González, hacedor de las máscaras y el tío Guello, el mejor pitero de los tlacololeros y Pepe Castañón, quien hizo una muy bonita canción de la feria y se olvidó.
Ya no hubo “acostadas” del Niño Dios con Los Pastores en la iglesia de la Asunción, tampoco aguinaldos, ni sillas voladoras, ni la lotería de don Mundo Morales, el chaparrito.
“El Chile Frito” de “El Polvo” fue hecho a un lado, se dio paso a las bandas. Dejó de haber jaripeos, fueron sustituidos por “rodeos” y no hubo charros ni madrinas ni montadores locales.
“El Pendón” ya no fue el desfile de las danzas que caminaban por algunas calles de Chilpancingo anunciado el inicio de la feria, se puso templete para que lo presidieran los gobernantes.
El Niño Dios, fue sustituido por el gobernador y los Pastores por una enorme cauda de lambiscones, ya no hubo mayordomías, hubo Patronato y luego Matronato y la feria tronó, acabó.
Los que salían de tlacololeros se negaron a vestirse debido a las “innovaciones”. El gobernador ordenó que los policías se vistieran, estos manejan macanas y los tlacololeros chirriones.
Bajaron los tlacololeros de San Mateo a encontrar a los policías disfrazados de tlacololeros y les dieron una chirrioniza tremenda. Fue la última gran actuación de los verdaderos Tlacololeros. 
Al paso de los años, ha habido alcaldes que desconocen el significado del festejo, no sienten amor, cariño ni respeto por Chilpancingo. Esos lagartos van solamente por el dinero y el pueblo les vale.

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