NOTA ROJA

Atrae PGR caso de reportera

 desaparecida en Zacatecas

ZACATECAS, ZAC.—Luego de que la familia insistiera de que la Procuraduría General de la República (PGR), atendiera el caso, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), ya atrajo la investigación por la desaparición de la reportera Zoila Márquez Chiu, ocurrida el sábado 7 en esta ciudad.

El procurador Arturo Nahle García dijo que la periodista permanece en calidad de “no localizada”, sin que hasta ahora se asuma que haya sido secuestrada o víctima de algún otro delito, “y menos por su actividad periodística”, en virtud de que su vehículo fue captado por las cámaras de vigilancia cuando salía a carretera, con rumbo a Aguascalientes o San Luis Potosí.

En rueda de prensa, el funcionario dijo que proporcionó información al esposo de la editora de la agencia Línea Informativa, Iván Pastor, y su padre Humberto Márquez, que hacen presumir que Zoila está viva, “se encuentra bien, aparecerá pronto y nos explicará lo que pasó”.

La Procuraduría zacatecana fue notificada este jueves por la PGR de que a partir de este día las indagatorias relativas a este caso serán asumidas por la Fiscalía federal.

El gobierno del priista Miguel Alonso Reyes achacó la decisión de la PGR “al clamor del gremio periodístico de Zacatecas, expresado fundamentalmente a través de las redes sociales”.

Al hacer un recuento a partir del sábado 7, cuando Zoila Márquez fue vista por última vez conduciendo su Pointer color plata entre el bulevar López Mateos y San Marcos, Arturo Nahle mostró fotogramas de las cámaras de video instaladas en la capital del estado y la zona conurbada con Guadalupe.

Según el registro de nueve cámaras, el automóvil de la comunicadora fue captado siguiendo la ruta del bulevar López Mateos, desde el crucero de San Marcos, hasta pasar por la Unirse (Unidad Regional de Seguridad) de Las Arsinas, en las afueras de Guadalupe, a las 14:57 horas de ese día.

En este punto se localizan las salidas a Aguascalientes y San Luis Potosí, por lo que se solicitó la colaboración de las autoridades de ambas entidades para seguir el rastro del vehículo en el que se presume que aún viajaba la reportera y editora de la agencia informativa.

Según Nahle, estos datos podrían establecer que Zoila “no necesariamente ha sido víctima de algún acto de violencia; por lo que se observa en las cámaras de video, no fue secuestrada ni privada de su libertad, y menos debido a su actividad periodística”.

Los datos del Pointer fueron también subidos a la Plataforma México para difundirlos a todo el país, además de que en la búsqueda participan elementos de las policías estatales, la Federal y el Ejército, atendiendo a las dos denuncias que se presentaron, una por el esposo de Zoila y otra por sus padres.