martes, 28 de enero de 2014

COLUMNA

Sin Concesiones

Armando Patrón


*Atanasio Quijano Martínez, Nicolás Chávez Adame  y Julio Cesar Aguirre Méndez, los hampones del magisterio.

 El líder de la delegación D-II- (11), con sede en la Escuela Secundaria “Galo Soberón y Parra”, Atanasio Quijano Martínez, en días pasados privilegiando cuestiones políticas y no académicas, ha realizado acusaciones sin fundamento en contra de maestros asignados a esa institución, acusándolos de aviadores, omitiendo decir la verdad.

Quijano Martínez un líder sindical que durante muchos años cobró como aviador, por el simple hecho de estar asignado a “tareas sindicales”, dentro de la CETEG, a la cual ha reiterado en varias ocasiones,  ha convertido a la Escuela Secundaria Galo Soberón y Parra, en una ínsula de su propiedad, dónde él es quien decide quien entra y quien no.
Con la finalidad de beneficiar a amigos y familiares ha impedido que los trabajadores del magisterio con más de 15 años de antigüedad, entre ellos Alejandro Patrón Torres y Rocío Alarcón Alarcón, se presenten a laborar a esa institución educativa, cerrándoles las puertas.
Bajo criterios políticos y burlándose de la opinión pública, el líder sindical Atanasio Quijano Martínez, ha impedido a ambos trabajadores presentarse a laborar, debido a que quiere beneficiar a sus amigos y familiares, olvidándose de que las instituciones educativas son un bien del pueblo y de la nación y no de su propiedad y no es él quien decide las políticas educativas.
Rocío Alarcón Alarcón y Alejandro Patrón Torres, fueron asignados por parte de la Secretaría de Educación Guerrero a la Escuela Secundaria “Galo Soberón y Parra”, porque en esa institución hacían falta recursos como lo ha estado pregonando Atanasio Quijano Martínez, pero cuando ambos se presentaron a laborar les fue impedida la entrada por este sujeto, aduciendo que ya tenía sus propias propuestas para esos espacios.
Después de más de un año, el líder sindical, Atanasio Quijano Martínez, se niega a permitirles la entrada a ambos profesores, quienes cuentan con todos los derechos consagrados en la Constitución, y el único responsable de que continúen cobrando es él.
La autoridad es la Secretaria de Educación en Guerrero y no Atanasio Quijano Martínez, quien olvida que el dinero con el que se le paga a los trabajadores de la educación es del pueblo y no del gobierno, quienes además tienen derechos y obligaciones. Por lo tanto es un derecho que los trabajadores Alejandro Patrón Torres y Rocío Alarcón Alarcón, cobren su salario y la responsabilidad de que no cumplan sus obligaciones es culpa de ese líder sindical que les impide cumplir con su horario de trabajo al cerrarles las puertas.
A quien deben fincarle responsabilidades hasta penales, es al delincuente Atanasio Quijano Martínez, quien cree que la Secundaria Galo Soberón y Parra es de su propiedad, y que por lo tanto de manera cobarde y criminal utiliza a los alumnos para conseguir sus aviesos fines.
Es inconcebible que un maestro que se supone es el encargado de dar orientación y educar a las nuevas generaciones,  manipule a sus alumnos de forma burda y criminal, a menos que el líder sindical no se encuentre en plenas facultades mentales.
De forma malévola y perversa, al no tener fundamentos para exigir solución a sus demandas, Atanasio Quijano Martínez, busca involucrar a Héctor Apreza Patrón, un político que no tiene nada que ver en un asunto laboral responsabilidad de las autoridades educativas.
A Atanasio Quijano Martínez no se le ha quitado lo gandalla y lo perverso, se le olvidó que junto con Julio Cesar Aguirre Méndez y Nicolás Chávez Adame, traicionaron a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), para formar la Coordinadora Estatal por la Reivindicación de los principios de la CETEG, CERP-CETEG, lo que tronó a la combativa disidencia magisterial encabezada en aquellos años por Víctor Echeverría Valenzuela y Félix Moreno Peralta.
Atanasio Quijano Martínez, Julio Cesar Aguirre Méndez y Nicolás Chávez Adame, recibieron millones de pesos para destruir a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación, y para ello siempre utilizó a la Escuela Secundaria Galo Soberón y Parra, a la cual considera una ínsula de su propiedad.
El líder sindical amenaza constantemente a las autoridades con tomar las instalaciones si no le cumplen sus caprichos, que están por encima de la legalidad, con lo que el principal impulsor de la reforma educativa en Guerrero es él y no Peña Nieto. Es inadmisible que un sujeto de esa calaña lesione los derechos de los trabajadores, además de que al parecer padece de misoginia porque no permite a una mujer presentarse a laborar a esa institución porque primero están sus amigos.
 De traidores y corruptos está lleno el mundo. ¿O no Atanasio Quijano?.

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