COLUMNA

Resquicio

Hipólito Marbán

 PROCURADURIA DE JUSTICIA  CONTRA EL REZAGO ADMINISTRATIVO

La implementación del nuevo sistema procesal penal en nuestro Estado, aun no se llevan a cabo, porque constitucionalmente aún estamos en el inquisitivo mixto, donde las agencias del ministerio público se encuentran sumidas en el fango de la corrupción, lugares donde se inventan querellas dependiendo el postor, pues legalmente el ministerio público tiene la figura de autoridad de “buena fe” y por ese simple hecho tiene a su favor la presuncional acusatoria, y el acusado, indiciado demandado e imputado, tiene la obligación de demostrar su “inocencia”, casos existen en toda la geografía suriana, los reclusorios hospedan a gentes

acusados por esa mentada figura de “buena fe” que ostenta la procuración de justicia, en el nuevo sistema procesal penal, será muy diferente a pesar de las audiencias van a ser en todo momento orales, las presunción de inocencia se gozara, mientras el fiscal acusador no demuestre en su carpeta de investigación tal delito que dice imputar, por lo que en el nuevos sistema penal, la figura de “buena fe” deja de existir, y por ende la carga de la prueba la tiene la procuraduría a través de sus diferentes agencias del ministerio público, por lo que la defensa podrá optar de acuerdo a su estrategia jurídica, una defensa pasiva y/o activa, que más bien el suscrito se inclina por la segunda, mientras a eso arribamos, las agencias de los ministerios públicos de la capital, Acapulco, Iguala, Chilapa, Tlapa, por mencionar algunas que hemos visitado y constatado sin temor a equivocarnos, es un mártir interponer querella y/o denuncia, hasta para ratificar una escrito de denuncia tienes que solicitar fecha, cuando el escrito de inicio de querella o denuncia corresponde al ministerio público, la mayoría de la veces la realiza el abogado postulante en su calidad de coadyuvante, y si a eso le agregamos que los asuntos no caminan si el agraviado no se reporta, para las copias, gasolina para la policía ministerial, o una batería para el perito en fotografía, y no debe ser menos de quinientos pesos porque se enojan y te etiquetan de codo, algunos abogados con más ética y con claro conocimiento profesional, no dan ni un peso por un trabajo que el ministerio público por ley está obligado a prestar, aunque existen cartulinas de no dar dinero a estos buitres de la procuración de justicia, quien acude sin la compañía del abogado, es devorado sin piedad, es por ello que existen infinidad de expedientes sin ser concluidos, por la simple razón de que el agraviado, según las agencias “no le pone intere$” al asunto, y si de acusados hablamos, cuando la constitución federal protege al indiciado de ser informado de la acusación en su contra, y una vez que comparece a la agencia investigadora, le son negadas las copias, bajo el argumento de que al darles dichos documentos, entorpece dicha eficaz investigación, haaaa, al menos que de una quinina o milagro, dependiendo el delito, y estas copias a que por ley tiene derecho, se las entregan según ellos bajo el agua, y parémosle de contar estimado y fino lector, que seguir enumerando los constantes atropellos y violaciones a los derechos humanos de quienes acuden a las agencias ministeriales, no nos alcanzaría la columna, lo que si podemos reconocer, que el actual gris procurador de Justicia del Estado Iñaki Blanco, de tantos palos de ciego que acomoda, tubo el tino de poner a trabajar en realidad a sus respectivas agencias, lugares que se convierten en cafeterías y desfiladero de almuerzos comprados, desde las nueve de la mañana a las once diariamente, a vista de los que acuden ya sea a interponer su queja y/o a dar su atesto, esperemos que estas medidas que ordena el actual procurador, ya no se rezague el trabajo y ahora si en las mesas de trámite, cumplan y desquiten el salario de perciben pero que no devengan, y no estaría mal que mientras Guerrero se actualice constitucionalmente en materia procesal penal, exista una fiscalía especializada para las quejas en contra de agentes buitres y pediches de dinero… veremos.