miércoles, 5 de marzo de 2014

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 MIERCOLES DE CENIZA
Para los creyentes, en el Miércoles de Ceniza comienza la época del año en que todo tipo de eventos religiosos enfocados a la Semana Santa están dedicados a rememorar el paso de Jesús por este mundo, porque es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos: católico y protestante.


La celebración del Miércoles de Ceniza se toma posiblemente de la Biblia (Reina-Valera): Génesis 3-19: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás”.
O como decían las rezanderas de antes: “No somos nada, no somos nada”.
En 1958 se hizo una película dirigida por Roberto Gavaldón que se llamó “Miércoles de Ceniza”, protagonizada por María Félix. “Peliculón, de aquellos”.
Fue “ambientada” en los años 20 en México, más o menos en la época de “Los Cristeros”. Victoria (María Félix) es violada por un sacerdote católico y a partir de esa experiencia se vuelve enemiga de la religión, especialmente de los ensotanados y presta sus servicios al gobierno para combatir a los curitas chocolateros… pero un buen día se enamora del doctor Federico Lamadrid (el yucateco Arturo de Córdoba) que despierta en ella emociones encontradas y ponen en situación complicada muchas de sus fobias, creencias y prejuicios hasta que (“¡¡¡chan-chan-chan-chán!!!”) descubre que el médico Lamadrid es un sacerdote encubierto.
Ha habido otras dos cintas con el mismo título, una en 1973 dirigida por Larry Peerce y otra en 2002 dirigida por Edward Burns.
Mucha gente, católicos particularmente, este día van a la iglesia, forman largas filas para entrar “a tomar ceniza”. 
Antes eran los curitas quienes pintaban a la clientela una cruz en la frente, pero desde hace años ya ni eso quieren hacer. 
Hoy son acólitos y sacristanes quienes hacen la pinta. Los cenicientos que ya se dejaron tatuar con la cruz encarbonada, muy orondos salen de los templos y pasan por la calle presumiendo: “Ya fui a la tiznada”.
Es parte del gran espectáculo semanasantero que como otras muchas actividades elucubradas por la iglesia la misma gente ha ido rechazando. 
Las nuevas generaciones de católicos tienen ya otra visión del mundo y otra forma de ponerse en contacto con sus dioses. 
Ya no creen en muchas alegorías como la de hoy que en el México del ayer formó parte de la sumisión que los curas impusieron a los católicos ignorantes a quienes explotaron y exprimieron.
Fueron los ensotanados quienes en 1958 se llevaron un descalabro enorme al verse descubiertos en la película de María Félix, “Miércoles de Ceniza”, y ahora mucho más con el escándalo mundial de la pederastia. 
Amén.

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