lunes, 5 de mayo de 2014

ARTICULO

General Ignacio Zaragoza

Mario García Rodríguez
Nunca se imaginó el general Ignacio Zaragoza Seguin, que su triunfo en la batalla del 5 de mayo en Puebla, serviría para consolidar el poder de una burguesía que 150 años después entregaría el petróleo al imperio gringo. Seguramente de saber que eso pasaría, el laureado mexicano no hubiera arriesgado su vida y sacrificar la vida de millones de mexicanos que lucharon defendiendo nuestras riquezas.

La Batalla de Puebla del Cinco de Mayo permitió a los mexicanos reafirmar su identidad nacional, el suceso quedó en la memoria de la población como un esfuerzo por edificar la unidad del pueblo, esa unidad hoy pulverizada por la oligarquía neoliberal incrustada en el Estado mexicano, apoyada por bayonetas, drogas, tecnología y religión.
Esta oligarquía, constituida por 36 familias las más acaudaladas del país, que con sus reformas estructurales arrebataron a los mexicanos sus conquistas conseguidas a lo largo de siglos de lucha social, desde el emperador Cuauhtémoc, hasta nuestros días, tienen al país hundido con más de 70 millones de mexicanos en la extrema pobreza. 
La oligarquía en su plena primavera neoliberal, está acabado con todo. Ella no quiere saber nada de educación laica y gratuita, nada que huela a huelga o derechos a prestaciones, va por todo. Va por convertir a nuestro país, el paraíso de la explotación, en una aldea de mano de obra barata, en país de campo experimental sobre el lavado de dinero
Va por el saqueo de nuestras riquezas naturales y por exterminar nuestros valores de mexicano, la oligarquía cuenta con la Iglesia y el ejército, ahora en su modalidad de “crimen organizado”. Atrás y en el olvido quedaron Hidalgo, Morelos, Guerrero, Alvarez, Juárez, Zaragoza, Madero, Zapata, Cárdenas, Jaramillo, Othón Salazar, entre otros que dieron sus vidas por un pueblo noble como lo es el de México.
La Batalla de Puebla, del 5 de Mayo de 1862, es una fecha que aporta orgullo, y que al recordarla, revive el compromiso de un país que es referencia en el ámbito internacional. Hemos pagado con la vida de cientos y cientos de mexicanos, la defensa de nuestro pasado, la fuerza del presente y las posibilidades del futuro.
A esas generaciones de mexicanos es que nos debemos los mexicanos del siglo XXI. El sólo recuerdo de esta gesta histórica, permite fortalecer y reflexionar sobre la unidad nacional y el entorno de un mundo cada vez más global e interdependiente.
Por ello debemos lanzarnos de lleno a luchar en contra de esta nueva forma de invasión de las trasnacionales que saquean a pueblos como México. México ha tomado su destino en sus manos, mediante procedimientos democráticos y representativos. La sociedad ha marcado hacia dónde y cómo debe ser el siguiente paso, y esa es la mejor forma para hacer de la modernización, una guía para la acción. garciarodriguezmario@yahoo.com

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