viernes, 13 de junio de 2014

COLUMNA

El Alacrán

 ¡ESAS CHICATANAS DEL BARRIO!
  Claro que usted las conoce, son como unas hormigas con alas, y sobre todo con una panza grande, grande, igualito que muchas mujeres que acuden al mercado “Baltazar R. Leyva y Mancilla”,  hacer sus
compras repregunto que no existirá una amiga, una hermana, o algún pariente, que le mencione que tiene una panza de canguro hembra cargando a su cría, o Usted que me está leyendo y esta con un estómago que no alcanza a ver sus pies, y lo que es peor que  sus pies extremadamente gordos que no existe calzado, huaraches que les duren tres meses por lo ancho se su pie y el peso de su cuerpo. Tan grande es el abdomen lleno de manteca que no domina sus pies y tiende a tirar todo lo que está a su paso por no poder ver las cosas que están próximas a sus pedales (pies) las gordas se cansan hasta de caminar quisieran estar sentadas y que todo le llevaran  hasta en donde se encuentran todo porque no quieren caminar. Que tráeme el cuchillo, voy a pelar las papas, prende la lumbre, ya tendiste la cama, porque tengo ganas de acostarme. Préndeme la TV, desabróchame mis huarachas, ese canal no “Pendeja” tápame con una cobija, anda se buena y vete a la tienda por unos chocolatitos, hay no se te olvide las papitas, con unos churru maíz, pásame el control de la tele, ah  cabrona y no se te olvide el chesco (refresco) que sea una Coca Cola. Y de un litro y medio, si me la trais chica te la sorrajo en la maceta cabrona. Con que dinero divina tuerta le responde con el dinero de la renta. Pero Mamá, no hay peros Pendeja. Arre, Arre, Arre.     Así es la vida.
Los Quiere Cecilio.

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