COLUMNA

Purificación en el Congreso

Apolinar Castrejón Marino

Gran indignación ha causado entre la población la revelación de que una diputada sostuvo una conversación telefónica, para pactar grandes negocios con un empresario.

Lo reprobable del asunto es que la diputada es presidenta de la comisión que prepara las “leyes secundarias” que precisamente reglamentará la reforma de telecomunicaciones. El muy conocido caso del coyote al que le encargaron el gallinero.

La irritación de los mexicanos que se han medio enterado del caso, es que queda muy claro que no es la primera vez que la diputada Purificación Carpinteyro se aprovecha de su cargo para obtener beneficios personales, y que se colude con sus amigotes para “despacharse con la cuchara grande”.

En realidad es el “mondus operandi” de los funcionarios mexicanos, desde el Presidente hasta los alcaldes, pasando por los congresistas, nada más que no hay pruebas. Bueno, si hay pruebas, nada más que luego las descalifican, las invalidad o las desaparecen, en los ministerios públicos o en la Suprema Corte.

Tan lista la diputada Carpinteyro, y “se fue de la lengua” en su entrevista con Ciro Gómez Leyva admitiendo que en efecto, inició gestiones para crear un negocio de telecomunicaciones con José Gutiérrez Becerril, ex ejecutivo de Telefónica México.

Pero los noticieros televisivos y radiofónicos, dieron la noticia fragmentariamente, y el público sabe a medias, la conversación. Y es que las expresiones de la diputada, encierran esa gran carga emocional de tener tanto poder para burlarse de toda una sociedad, amparándose en le seguridad del fuero constitucional.

“Ya no sacamos la lotería”. “Y yo creo que podemos proponerle a Telmex que les compremos a ellos todo lo que es el acceso a internet de banda ancha, para entrarle a competir con video para el triple play en competencia con televisa”. Y en tono presuntuoso, se regodea de su agitada vida como política:

“Estoy en Acapulco saliendo del informe del senador Armando Ríos Piter. Llego a las 12 de la noche pero mañana a las 11 tengo una junta para las leyes secundarias pero a las 3 de la tarde salgo para Colombia. Regreso de Colombia hasta el miércoles en la noche”.

Su interlocutor, como para no quedarse atrás también le presume sus actividades de “langarear” con gente importante: “Yo el miércoles tengo una cita con el Secretario de Educación de Jalisco. En estos días tengo reuniones con su gente y el miércoles con él, y no puedo faltar, es un proyecto que ya traigo desde como un mes”.

Se refirió a su amigo como Pepe, al mismo tiempo que él la llamaba “mi Puri” en esa conversación telefónica. Mientras “Pury” le llamaba emocionada para adelantarle los negocios que estaba urdiendo en su cabecita, Pepe se encontraba disfrutando un fin de semana de reunión familiar, y le rogaba que se juntaran después para conversar.

Pero a la “Pury” se le cocían las habas para asegurarse del gran negocio: Competir con Televisa usando la infraestructura de Telmex, es decir sin gastar en instalaciones, equipo, ni tecnología. A puro ordeñar la vaca. 

Pues para eso participó Carpinteyro en la aprobación de la reforma “para luchar contra los monopolios” que obliga a los “agentes económicos preponderantes” (Televisa y Telmex) a abrir su infraestructura para que la usen otras empresas, con el fin de generar competencia. Nada tonta ¿Verdad?

Ya antes, Pury había sido protagonista de otros escándalos: recordemos que cuando era sub secretaria de Comunicaciones y Transportes en septiembre de 2008 que filtró a la prensa unas conversaciones telefónicas del subsecretario de Agricultura, Luis Téllez indicando que “Salinas se había robado la mitad de la cuenta secreta”.

Tellez la denunció pero el 24 de marzo de 2011 Carpinteyro, pero con su carita de mosca muerta, Pury fue absuelta. Los grandes medios de comunicación difundieron el caso, presentando a Pury como una mártir. Consiguió tanta popularidad que en la televisión y la radio la contrataron como comentarista.

Y todavía le alcanzó la fama para obtener el puesto de diputada federal del PRD por el Distrito XXII en la Ciudad de México, con sede en Iztapalapa en 2012. ¿No cree usted que estaría bien una purificación en el Congreso?