viernes, 18 de julio de 2014

COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

De aquí en adelante, los que buscan la candidatura a gobernador por los distintos partidos políticos, comenzarán a sacar la cabeza. Será una constante sistemática. Hasta de aquellos que proyectan mínimas posibilidades de alcanzarla. Pero en la rueda del poder, de lo que se trata es hacer ruido para ser escuchados. Obligar a todos a posar la mirada sobre ellos. Acaparar reflectores públicos con el propósito de hacer presencia. Pero sobre todo, meterse a esa disputa de poder con el fin obvio de abrir por anticipado, una negociación que los beneficie y no los deje fuera de las nóminas del poder. Por esa razón, la fila se incrementa. 

ASTUDILLO: AUTODESTAPE.- Hay un elemento novedoso que ha entrado a formar parte ya, de la cultura política guerrerense: el autodestape. En el pasado, era menester que grupos y actores, se sumaran a un proyecto político determinado. Operaran pública y masivamente, el destape del agraciado. Hoy, es el propio personaje quien, ante la visible carencia de adherentes, se ve obligado a maniobrar su propio destape. Así lo han hecho recientemente, dos personajes que ya fueron candidatos a gobernador por el PRI. Y que perdieron en las urnas: los ex ediles de Acapulco y Chilpancingo, Manuel Añorve Baños y Héctor Antonio Astudillo Flores. Éste último lo acaba de confirmar. Pero fue más allá de Añorve Baños. Se lee así: A) En reunión con empresarios de la Coparmex, Astudillo Flores refrendó su postura de buscar la candidatura a gobernador por su partido, el PRI. Pero también dejó muy claro que, de no resultar favorecido con esa nominación, “se sumará al mejor posicionado, esté donde esté”. Con ello, dejó abierta la puerta en dos frentes. El primero consistirá en apoyar incluso, al abanderado político del PRD o hasta del Morena, si es que se encuentran en el ánimo de los votantes. Y el segundo, está relacionado con regresar el golpe político al grupo Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor, quien asumió también, su disposición para apoyar  únicamente a “todos aquellos que tengan posibilidades de ganar”. En esta lógica, los guerrerenses seríamos testigos de una fuga masiva de priístas y perredistas, hacia el candidato que se instale en una vertiente ganadora. Y entonces eventualmente, los candidatos de sus propios partidos se quedarían descobijados.  Atípico y risible escenario. B) Al dar por hecho su descarte como candidato del PRI, Astudillo se instaló en una frecuencia opuesta a cuando fue designado candidato. Porque ahí, todos los aspirantes tricolores se sumaron a su proyecto. Hasta su compadre Héctor Vicario Castrejón –el actual delegado federal de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)-, tuvo que rumiar su coraje y sumársele. Hoy, Astudillo Flores le enseña el músculo incluso, al presidente Peña Nieto, de quien fue su coordinador de campaña en Guerrero. Y le entregó malos resultados. Es decir, si no es postulado como candidato del PRI a gobernador, apoyará a uno de la oposición. Y con ello anticipa también, su eventual renuncia al partido que lo vio nacer y crecer. En el juego político de las caretas del poder, el ex coordinador de los diputados priístas en el Congreso local, ya agarró dos de ellas. A ver cuál le funciona. C) Antes de reunirse con los empresarios chilpancingueños, el diputado local tricolor sostuvo un encuentro en su domicilio particular, con la secretaria de Desarrollo Social, la ex perredista Rosario Robles Berlanga. Ese cónclave político es particularmente interesante y significativo. Manda algunas perturbadoras señales. Porque en su momento, Rosario Robles fue uno de los apoyos políticos fundamentales para que Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, obtuviera la candidatura a gobernador por el PRD en la elección de febrero de 2005. Y su reunión con Astudillo le mete ruido en ese sentido. ¿Estará la titular de la Sedesol federal, en la frecuencia de apoyar el proyecto político del diputado local, en su búsqueda de la candidatura tricolor al gobierno estatal? ¿Gestionará apoyos en ese sentido, aprovechando el picaporte abierto que mantiene con el presidente Peña Nieto, así como lo hizo con Zeferino Torreblanca, ante las tribus perredistas? Lo único cierto es que Astudillo se está moviendo. Aunque con una racha de expectativas de poder limitadas. Muy reducidas. Y si no, al tiempo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo, se asume como uno de los propietarios del PRD. Porque criticó duramente la formación de la tribu gubernamental Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), que lleva la intención de competir con fuerza en el municipio de Acapulco. Y es que los miedos del ex pupilo de Armando Chavarría, se fundan en la construcción de un amenazante escenario: a diferencia del ex gobernador Zeferino Torreblanca –que siempre fue un administrador-, el actual Ángel Aguirre, sí opera y hace política. Con ese referente, el GG ya puso sus barbas a remojar. Más aún, si sus apuestas por el gobierno estatal para 2015, le fallan.
dragonato@hotmail.com

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