miércoles, 9 de julio de 2014

COLUMNA

Verano feliz

Apolinar Castrejón Marino


Bueno, se acabó la escuela y ya estamos de vacaciones. Algunos puristas quizá aleguen que la escuela no se acaba, pues continúa ahí, pero no hagamos caso de estos ociosos, que como no tienen nada mejor que hacer, se dedican a molestarnos con sus impertinencias.


Ahora que si de imprecisiones se trata, también pudiéramos decir que con los paros magisteriales, las contingencias por lluvias y temblores de la tierra, y campeonatos de futbol, todo el año estamos de vacaciones. Además, las vacaciones de verano son para las escuelas. 
Hace muchos años, había dos calendarios escolares: El calendario tipo “A” iniciaba en enero y terminaba en diciembre, con dos periodos de vacaciones, en Semana Santa y septiembre. El calendario Tipo “B” empezaba en septiembre y terminaba en junio, con vacaciones en Semana Santa, y en verano.
Actualmente solo rige el calendario tipo “B”, con 200 días de labores al año. Pero esta es una de las más grandes mentiras, pues los maestros suspenden labores por los motivos más insignificantes y pueriles: “Día del Maestro”, cuyos festejos se extienden una semana de mayo, y el  “Día de las madres”, con la misma modalidad.
El “Día de la rosca de reyes” no está contemplado en el calendario escolar, ni el 2 de enero, “Día de la Candelaria”; ni “El Día del Amor y la Amistad” el 14 de febrero. En todo caso, el 14 de febrero deberían conmemorar el fusilamiento de Vicente Guerrero en Cuilapan, Oaxaca.
Felipe Calderón tuvo la presidencial ocurrencia de establecer los “fines de semana largos”, que consisten en unir alguna suspensión de labores con el fin de semana más próximo. La justificación de tan patética medida, era que Calderón quería estimular la economía, es decir, que la gente gastara y consumiera.
Los comerciantes y empresarios, muy contentos, pues a la gente se le hace fácil endrogarse comprando a crédito, aunque después no tenga con qué pagar. La publicidad científicamente calculada, también hace su tarea, para que la gente compre las cosas más inútiles y “aproveche las ofertas”.
Los maestros de las escuelas y los alumnos, muy contentos, por no tener que asistir a clases. Esto confirma dos cosas esenciales: que a los maestros no les importa perder tiempo de labores, pues no se ajustan a un programa, ni a un calendario, y segundo, que los niños asisten a la escuela solo por obligación, y no con ánimo de aprender.
Los padres y madres de familia, son los únicos que se dicen inconformes por las suspensiones, pero esto es porque no tienen quien les cuide a los hijos y porque no los aguantan todo el día en las casas.
Por definición, vacaciones significan descansar de una actividad ardua y prolongada. Las vacaciones son una concesión del gobierno y las empresas para incrementar la productividad en el resto del año, y para superar la ansiedad, y las tensiones de las relaciones laborales y estudiantiles. 
Pero en el caso de México, las tensiones que tienen que superar 7 millones de “ninis”, es la insistencia de sus padres de que pongan a trabajar o a estudiar. Y en el caso de los que no tienen dinero ni para ir a al cine, la envidia que sentirán al ver las fotografías de sus amiguitos en el “face” o en “instragram”, de la playa u otros lugares de veraneo.
Los mexicanos “jodidos” tendrán que aumentar su consumo de televisión: Niños y jóvenes que el resto del año ven 3 horas de “tele” ahora verán hasta 5 horas diarias. Y los más jodidos, solo verá novelas, fútbol y a Patty Chafoy, por la televisión “abierta”. Pobres.
En todo caso, les deseamos felices vacaciones, y estaremos publicando sus fotografías y videos que nos envíen,  de los lugares que visiten ¿Ok?

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