martes, 8 de julio de 2014

COLUMNA

Lectura Política

 La difícil unidad en el PRI
Animados por la coyuntura, en el PRI han comenzado a echar las campanas al vuelo por anticipado, en relación al eventual escenario que los haga retornar al gobierno estatal. Por eso algunos actores se están moviendo. Entre ellos, el diputado local y ex candidato perdedor al gobierno estatal en la elección de febrero de 2005, Héctor Astudillo Flores, quien visitó el pasado fin de semana la Costa Grande de Guerrero, bajo la coartada de explicar tres asuntos esenciales de la agenda pública: las reformas a la Constitución política local, la paridad de género y las candidaturas independientes. Pero la movilidad de Astudillo se asociaría a un solo escenario: en el acuerdo político con su socio, el diputado federal Manuel Añorve Baños, ya habrían definido que sea justamente el ex coordinador de los diputados locales tricolores, quien vaya como el aspirante de esa dupla. Porque Añorve ha dejado de moverse. Pero las presiones de ambos apenas inician. Y existen otras lecturas ligadas a la adelantada disputa interna en el PRI por el gobierno estatal.

LOS TRES GRUPOS DEL PRI.- En la pugna por la candidatura al gobierno estatal, figuran tres grupos en concreto: 1.- El grupo del alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos, quien apela a los apoyos de dos puntales políticos incrustados en el gabinete del presidente Peña Nieto: el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el titular de Hacienda, Luis Videgaray Caso. Y por el otro, mantiene una puerta abierta con el gobernador Ángel Aguirre. También otra con el grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa. Son tres factores de poder que, en la suma decisiva, podrían resultar fundamentales para que Mario logre la candidatura. El único factor de riesgo mínimo, estriba en mantener un distanciamiento político justamente, con Añorve y con Astudillo. 2.- El grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, jugará sus propios escenarios. Pero también tiene cerrada la puerta tanto con Manuel Añorve, como con Héctor Astudillo. Figueroa intenta impulsar como candidato a gobernador al dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, quien tiene además, los apoyos del secretario de educación, Emilio Chuayffet Chemor. Pero carece de una buena relación con el gobernador Ángel Aguirre, quien también jugará y tendrá cierta influencia en los escenarios opositores. En el corte de caja de los apoyos surgidos de las elites del poder, Salgado Romero acumula dos. Y Mario tres. 3.- Añorve y Astudillo van a la contienda sin apoyos políticos locales. Están confrontados tanto con el gobernador Ángel Aguirre, como con el grupo Figueroa. Su único puntual con cierto poder, lo representa el coordinador de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera. Y si se mira bien y de acuerdo a lo anterior, quienes proyectan una mayor desventaja en el escenario tricolor, son justamente Añorve y Astudillo. Además, ambos cargan con la pesada loza de haber perdido como candidatos al gobierno de la entidad, las dos últimas elecciones para renovar gobernador. Y si presionan por adelantado es para abrir y hasta encarecer la negociación. 4.- La unidad del PRI rumbo a la elección de gobernador y hasta su eventual retorno al gobierno estatal, podría lograrse no solo a través de una eventual ruptura y división de la izquierda, sino con el reparto adecuado de las tajadas del pastel. Así, Manuel Añorve estaría buscando dos cosas cuando menos: la candidatura del PRI a la alcaldía de Acapulco para su esposa, la actual diputada Julieta Fernández Márquez. Y su propio empuje como diputado local plurinominal, hasta convertirse en coordinador de la fracción tricolor. Astudillo por su parte, intenta completar su currículo político con la asignatura que le hace falta: la diputación federal. 5.- Desde luego, este reparto está peleado. Porque Figueroa buscará obtener también la candidatura porteña. Ya sea a través de su hijo, Rubén Figueroa Smutny. O por medio de su alfil, el ex diputado federal perredista, César Flores Maldonado. También completar la película, impulsando a cuadros suyos en alcaldías, diputaciones federales y locales. Y Mario Moreno intentará a su vez, reclamar la diputación federal del distrito 7 y las dos locales del distrito 1 y 2. Es en este terreno donde la negociación tricolor podría tornarse interesante. Porque mostrará la verdadera capacidad de cabildeo político de cada grupo, a fin de obtener las porciones de poder demandadas. Así, la unidad del PRI y su fortaleza en la prospectiva de poder del 2015, atraviesan por el éxito o fracaso de esta negociación. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, intenta vender a su partido político el Morena, como el contrapeso no solo del PRI, sino de su ex partido el PRD. Aduce que si obtiene el registro para su organización partidista, respetará la paridad de género en el reparto de candidaturas. Una decisión que las fracciones del PRI y PRD echaron para atrás en el Congreso local. Y que por supuesto, tendrá su costo político.
dragonato@hotmail.com

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