miércoles, 9 de julio de 2014

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 Gobernador
Hartos ya a estas horas, quieren saber quién será el próximo gobernador de Guerrero, para ver si desde temprano se le pueden pegar para que cuando llegue queden dentro del presupuesto y no vivan como periodista sin chayote, jodido y en el error.
Andan en boca de los saurines (adivinos), algunos nombres de personajes que “califican” con personalidad, conocimientos, experiencia y trayectoria como para llegar a sentarse en la silla más importante del poder Ejecutivo de Guerrero.

Mario Moreno Arcos, presidente municipal de Chilpancingo ocupa el primer lugar en las preferencias y simpatía de mucha gente, aunque hay quienes dicen lo contrario por las bravuconadas que le echó hace meses Pioquinto Damián Huato en El Ocotito.
Después de ese merequetengue de alarido de aguas puercas en contra de Mario Moreno Arcos, el Piócoro, al parecer, está capitalizando en la repesca, llevando de esas aguas a su molino con pretensiones de que le concesionen canonjías y quede ubicado como senador, diputado o alcalde. 
Ríos Piter, poco a poco y con paso más o menos firme ha ido escalando en las arenas políticas de la capital del país. Es joven, se le ve inteligente, dinámico, entrón, de mucha verba bien pensada y mejor planteada pero algo le ha fallado en pasados litigios que lo dejaron mal ubicado en la opinión pública sureña. Es conocido por mucha gente, pero en Guerrero, desconocido para la mayoría de paisanos. 
Sofío Ramírez, al parecer paisano de una lumbrera de la política como Caritino Maldonado Pérez, le pasó lo que al granizo: se calentó muy temprano y muy temprano se deshizo. Se rodeó de personajes que supuso lo podrían ayudar en sus pretensiones pero le fallaron en cosas aparentemente mínimas.
Un día, un periodista en su página de facebook publicó una fotografía donde el pretenso aparece acompañado de Videgaray, titular de Hacienda y del gobernador Aguirre. En el pie de foto leímos: Safio Ramírez acompañado de etcétera… Escribimos: El autor del pie de foto cometió un error porque Safio se escribe con “Z”. Y Zafio significa (según el Pequeño Larousse) Grosero, tosco, palurdo y desalmado.
Horas después la página de marras había desaparecido y el periodista autor del yerro dejó de saludarnos. Hace unas horas el Zafio hizo un “pancho”, según nota periodística, en el centro de Chilpancingo, en el zócalo. Pero ahí lo que sobran son payasos. Así no llegará ni a comisario.
Hay otros cartuchos quemados que al igual que Zafio se andan “calentando”, diciendo que quieren ser gobernador. Yo también quiero. Ellos, todo mundo lo sabe, lo que ansían es repetir en la senaduría o en la diputación federal, por lo menos. No quieren vivir como periodista sin chayote: jodidos y en el error. 
Esa “política”, muy de moda porque ya viene la sucesión gubernamental, es  el juego de los farsantes, de los hipócritas, de los perversos, de los que han estancado al país, de los ratas de dos patas que no permiten que en el pueblo haya cultura, escuelas, preparación, deporte, bibliotecas, hospitales con médicos y enfermeras humanos, que la sociedad tenga un buen ambiente de armonía, paz y tranquilidad para vivir. Esos son los que nos tienen jodidos, esos son los hijos de televisa para acabar de exprimir a México y a los mexicanos.
Por eso andan tan “calientes”, suben y bajan por toda la geografía guerrerense, sonríen, dan la mano a la gente humilde, se toman la foto, reparten apapachos y saludos, hablan de promesas, dicen que conocen Guerrero y ofrecen el oro y el moro, pero a la hora que la borregada los encarama en el poder, estos hijos de la inconsciencia jamás voltean la cara al pueblo, y en cuanto pueden, le hincan la espuela para joder más, mucho más a los más jodidos.
Por eso, y sólo por eso, hay que emular a don Roberto Catalán Mancilla, el famoso “Güero Sol” quien decía: “¡Eso dicen sus enemigos, yo digo que viva mi presidente municipal que ya va para gobernador!” .

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