jueves, 30 de octubre de 2014

PRIMERA PLANA

A. Aguirre, seductor, carismático, 
sonrisa fácil y de apapacho:ROM 

Vania Pigeonutt /Corresponsal|El Universal.--Rogelio Ortega Martínez, el gobernador  sustituto de Guerrero, confirma que admira al gobernador con licencia, Ángel Heladio Aguirre Rivero, y expone el porqué: “Como analista político le doy seguimiento a las élites políticas, soy experto en teoría de élites, y su estilo seductor, carismático, de apapacho, de sonrisa fácil… Coqueto, bohemio, declamador, excelente orador: ¡Un tanque de la política!”. 

En entrevista con EL UNIVERSAL, el gobernador interino que ha tenido varias facetas, entre ellas dirigente estudiantil, no esconde su simpatía por Aguirre, a quien suple porque varios sectores de la sociedad lo exigieron tras los ataques armados de policías el 26 de septiembre en Iguala y la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa. 
“Es uno de los políticos de mayor experiencia, de reflejos de boxeador, con una agilidad para articular políticas y de impacto, un hombre echado pa’ delante, que sabe que el político y el gobernante dejan huella a través de su obra”, describe acomodado en un sillón imitación piel de un salón del Fórum Mundo Imperial. 
Tras ser criticado por sus amigos más cercanos porque en una entrevista radiofónica se dijo admirador de Aguirre, tras tomar protesta como interino, asegura que “con los amigos, en las duras y en las maduras”. Ortega habla como el académico que ha sido en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), desde hace 28 años, no como un político experimentado que evade las preguntas que le incomodan. 
Y defiende la huella de Aguirre cuando fue interino de Rubén Figueroa Alcocer en 1996, después de la matanza de Aguas Blancas, a pesar de que se le recuerda que en este segundo periodo de gobierno de Aguirre, por lo menos 19 activistas han sido asesinados, más los tres normalistas de Ayotzinapa. “La huella que nos dejó… la creación de la Secretaría de la Juventud, la Filarmónica de Acapulco; en fin, creador de nuevas instituciones”. 
Pero el gobernador, no va a defender al ex gobernador, ¿o sí? 
No, no, no, es otro asunto. 
Agrega que “soy de quienes fuimos presa de las elecciones, en sentido positivo (...) es el gobernador que más apoyos le ha dado a la universidad en toda la historia. Y entonces uno habla como le va en la feria”. 
Quiere convencer que no llegó al último tramo de esta administración por su afinidad con el ex gobernador, sino porque es un candidato ciudadanizado, alejado de la política, por eso las corrientes al interior del PRD le hicieron la invitación para dirigir el Guerrero que Aguirre dejó en el colapso. 
El sábado fue a la ciudad de México, donde los dirigentes del Comité Ejecutivo Central (CEN) del sol azteca decidían quién sucedería al gobernador. Ortega relata que llegó a la reunión “con mis huaraches y mi cotón guerrerense, con mi sombrerito de palma”, pensando en que los líderes de las corrientes más representativas, como Nueva Izquierda, lo invitarían a formar parte del nuevo gabinete. No imaginó que le propondrían ser el interino. 
¿Cómo percibe a Guerrero en estos momentos? 
Ahorita la protesta social y la crisis de ingobernabilidad tocó fondo. Quiero terminar mi gobierno en que remontamos la crisis y fortalecimos Guerrero. 
¿Lo pusieron para despresurizar, para aplacar las cosas? 
No. Tengo un capital social unido, organizando y trabajando para bien de la educación social que son los 80 mil guerrerenses que con el liderazgo de Javier Saldaña (rector de la UAGro) me respaldan. Vivo con modestia (...) me muevo con humildad, pero no soy un improvisado en esto, si el Presidente de la República me dice que sí, pero no lo veo de manera tangible, me voy tranquilamente. Nunca había aspirado ni pensé que yo fuera algún día gobernador. 
¿Cambios en su gabinete? 
Tengo que guardar los equilibrios con toda la clase política y especialmente con quienes me invitaron a participar en este proyecto; sería muy grave que yo haga cambios sin consultar. De IDN, ADN, Nueva Izquierda, yo estoy obligado a trabajar con ellos, pero les pediré que me ayuden para construir un gobierno ciudadano. 
El gobernador adelantó que hará cambios en la Secretaría de Salud, a la que renunció Lázaro Mazón Alonso; al frente de la Fiscalía General del Estado, que dirige Iñaky Blanco Cabrera, y en la Secretaría de Seguridad Pública, que está a cargo de Leonardo Vázquez Pérez, pero estos últimos serán designados por la Federación, que tiene el pulso de la seguridad en Guerrero. 
Una pregunta le cambia el semblante tranquilo que había mantenido durante la charla y asegura que nunca fue enlace entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la guerrilla mexicana, fue “una infamia” de un adversario político al interior de la UAGRo, cuando en 2009 aspiró a la Rectoría por tercera ocasión. 
Adelantó que buscará acercamientos con las organizaciones sociales de la entidad y que revisará los casos de los denominados “presos políticos”. 
Pero no sabe en realidad qué ocurre con la inseguridad en el estado. Sabe que la Federación está al mando de 17 municipios, y que en Guerrero encarcela a campesinos por la siembra de amapola y mariguana. 
La seguridad, no obstante, será un asunto exclusivo del presidente Enrique Peña Nieto, reconoció: “a mí me toca opinar poco, porque además, los que saben más son los del gabinete de Seguridad y yo lo que tengo que hacer es apoyarlos”. 

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