lunes, 10 de noviembre de 2014

COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

Las lealtades que hicieron crecer a Sofío
En el PRD, la carrera por la candidatura a gobernador para la elección del 7 de junio de 2015, quedó reducida a solo dos actores: los senadores Sofio Ramírez Hernández y Armando Ríos Piter. Pero, si se mira bien, el primero de ellos –a pesar de que en principio no lograba arrancarse de la pista- logró un repunte significativo a raíz de la renuncia obligada del ex gobernador Ángel Aguirre. Esa circunstancia lejos de dañarlo lo benefició en cuando menos dos frentes: primero, porque fuera el ex mandatario del manejo del presupuesto público, a Sofio no se le podrá señalar como pieza política beneficiaria de esos dineros aplicados en su precampaña electoral. Y segundo, el senador aguirrista se verá obligado a nadar sólo y sin más apoyos que aquellos diseñados por su propio equipo de estrategas y él mismo. Es una coyuntura interesante para él. Que demanda e incrementa sus retos personales. Porque en los cabildeos políticos tendrá que demostrar tanto su capacidad de operación con las cúpulas perredistas nacionales, así como lograr progresivamente, el consenso a su favor por parte de las tribus locales. A partir de estos inéditos hechos se abren las lecturas.

SOFIO: REBASAR A PITER.- Hasta antes de la renuncia inducida del ex gobernador Ángel Aguirre, las cosas no pintaban bien para el senador Sofio Ramírez. En la prensa local se le criticaba reiteradamente, su condición de “dama de compañía” del ex mandatario estatal. Y en las encuestas, su contrincante más próximo, el senador perredista Armando Ríos Piter, se ubicaba por encima de él. No lograba alcanzarlo. Pero los eventos funestos originados en Iguala, lejos de afectarlo, terminaron beneficiándolo. Este impensable escenario se lee desde distintos ángulos: 1.- Durante el proceso de los jaloneos internos perredistas, un bloque se instaló en la demanda que exigía la renuncia de Ángel Aguirre. Y  otro, en la defensa a ultranza de éste. El senador Armando Ríos se instaló en el primero de ellos. Ya en diciembre de 2011 –cuando dos estudiantes de la normal de Ayotzinapa murieron en la Autopista del Sol- había operado en una forma similar. Es decir, realizó un cabildeo político discreto en la cámara de diputados federal, a fin de que Aguirre renunciara a su condición de gobernador. Lo peor no fue eso, sino que en la actual coyuntura, dicho legislador federal ya había tendido alianzas con la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG) del gobernador Aguirre, a fin de ir juntos a la contienda de 2015. Se entendía que Armando Ríos apoyaría al diputado local Ángel Aguirre Herrera, para alcanzar la alcaldía de Acapulco. E IPG operaría para encumbrarlo a su vez, como candidato del PRD a gobernador. Al final, todo lo anterior se fue a la basura. 2.- El asunto de las lealtades es quizás, el que más daño hizo al senador Ríos Piter. Porque mientras Sofio Ramírez cerraba filas con Ángel Aguirre, el primero se alejó del ex mandatario estatal. Evitó salir en las fotos de aquellos perredistas y tribus que, hasta el último minuto, apoyaron al ex gobernador. En afán de cuidar su imagen y despegarse del aguirrismo, cometió un error de evidente cálculo político. En dos ángulos precisos: tronó de facto su alianza con la tribu IPG –la que más consejeros ganó en la pasada elección interna perredista-, lo cual lo desprotege rumbo a la definición del candidato perredista a gobernador. E infló indirectamente, las aspiraciones del también senador Sofio Ramírez. De aquí en adelante, la pugna política entre ambos senadores será decisiva para alcanzar la candidatura a gobernador. Pero la ventaja parece operar ahora, a favor de Sofío. 3.- Para muchos actores políticos al interior del PRD y fuera de él, el senador Armando Ríos, se tornó desconfiable. Porque en distintos momentos, el asunto de las lealtades justamente, no han sido su fuerte. Se mide así: traicionó en su momento, al PRI para mudarse al PAN, luego al PAN para mudarse al PRD, enseguida  al ex jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón, a fin de lograr la coordinación de los senadores perredistas, siguió con el ex gobernador Zeferino Torreblanca –uno de sus principales benefactores políticos-, con el propósito de operar su deslinde en relación a las corruptelas detectadas en aquella administración estatal, y finalmente, con el ex gobernador Ángel Aguirre, al no respetar los acuerdos de su alianza político-electoral. Por ese resquicio se le escapa al senador perredista Armando Ríos, la candidatura a gobernador. Y crece en la percepción interna perredista, hacia el exterior de los partidos políticos y con la sociedad guerrerense misma, la figura de Sofio Ramírez. En los hechos concretos y en las encuestas mismas, ya está ubicándose por encima de su principal adversario interno. El asunto de las lealtades podría hacer la diferencia en los momentos decisivos. Porque en el PRD, el horno no está para bollos. 
dragonato@hotmail.com

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