martes, 6 de enero de 2015

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista


David Adame Nava
Nos ha consternado la noticia: Murió David Adame Nava.
Por la cercanía y constantes reuniones que en últimas fechas varios de sus amigos tuvimos con él en gratas convivencias en el domicilio de sus padres, al otro lado del Huacapa, un lugar tranquilo, apacible y hospitalario al cual el gran periodista don Ángel Chávez Navarrete, de grata memoria, bautizó como “Los Manguitos”,  no pudimos asimilar de inmediato la información: Murió David Adame Nava.
Su nombre, en el medio artístico guerrerense es muy conocido y él muy apreciado debido a que David Adame Nava desde hace años cultivaba con cariño y admirable entrega las bellas artes por medio de su reconocida sensibilidad como compositor, como maestro de guitarra, como cantante, como maestro de música en un kínder y más que nada como amigo.

Tuvo el privilegio de ser acompañado siempre por las musas y aprovechó su talento para cantar sus vivencias como un gran bohemio a través de sus muchas canciones. 
Le cantó como pocos a su tierra describiendo en sus tonadas cómo fue el Chilpancingo del ayer, el que siendo niño vivió con sus padres, con los abuelos, con su familia, pero sin duda que le supo cantar enamorado, con ternura y pasión a su esposa, hoy inconsolable lo mismo que sus tesoros, sus queridos hijos y su familia toda, familia proveniente de un gran hombre de oficio telegrafista que fue el eje junto con su amada esposa, de esta familia a quien hoy entregamos nuestro sentimiento de pesar porque el gran David, como siempre le nombramos, hoy rinde tributo a la madre tierra.
La magia musical comenzó sin duda en el barrio de san Mateo, en la capilla para ser precisos, cuando con un grupo de muchachos se reunían y formaron un coro exitoso. De él nació un trío que David bautizó como “Trío Chilpatzin”: Voces y guitarras que pronto se acoplaron y grabaron un disco, patrocinado en parte por una respetable dama vecina del barrio.
Atento a las creaciones musicales de otros autores, el trío Chilpatzin tuvieron la fineza de incluir en su disco dos canciones de don Francisco Arroyo Carbajal, el famoso y muy apreciado aseador de calzado conocido como Arroyito y quien por cierto hace unos días dejó de existir dejando impresa para la posteridad su hermosa canción Amojileca, descripción musical harto sensible de una población querida por quienes conocemos y dulcificamos la vida con el calor de su gente noble.
De él, en nuestro Libro “Compositores Guerrerenses”, escribimos, entre otras cosas, lo siguiente:
   DAVID ADAME NAVA, nacido en 1952, es un auténtico chilpancingueño, observador de las tradiciones y protagonista de ellas en su tierra, Chilpancingo. Ha venido dando a los guerrerenses muestras de su gran creatividad como compositor de canciones que ha grabado junto con otros jóvenes como él y que han formado un trío musical que pasa a la historia de los artistas de Guerrero: el “Trío Chilpantzin”.
 Sus señor padre, don Emigdio Adame Ramírez y doña Amada Nava de Adame tuvieron 6 hijos, entre ellos el inquieto David quien desde muy joven dio muestras de su afición a la música, ya que siendo alumno de la escuela “Primer Congreso de Anáhuac”, pronto se acercó a un gran maestro tanto en el aula como en la guitarra, el siempre bien recordado profesor Leonel López Vega; él le enseñó los primeros secretos del arte. 
A los trece años de edad, David Adame Nava, compuso su primera canción: “Tú me recordarás”, un bolero romántico que brotó de la inspiración cuando David cursaba el primer año de secundaria en la institución que lleva el nombre del maestro Antonio I. Delgado. Al recordar al querido profesor Leonel López Vega, David dice que su maestro le iba a dar clases a su casa, lo que habla de la especial atención que le tuvo.
 “Me gustó cantar desde que el profesor Leonel me empezó a enseñar guitarra y también le hacía versos a todo”. Tuvo otros maestros; recuerda con cariño a uno de ellos, al profesor Cantoriano, y de manera grata a don Mauro Rodríguez Cortinas que es un gran clásico de la guitarra. El profesor Mauro se preocupó por hacer el primer Club de Guitarras de la Secundaria “Antonio I. Delgado”, conocida como ESFAID.
 Con más soltura y con más entusiasmo, David pasó a formar parte de un grupo que interpretaba música folklórica latinoamericana. En esos tiempos, en la capilla del barrio de San Mateo, el sacerdote Humberto Osorio Refino dio su autorización para que durante las misas participaran un grupo de jóvenes cantando y tocando la guitarra. Tal vez ahí aprendieron a interpretar de manera magistral la flauta dulce, y luego de muchas vivencias se vería el nacimiento del “Trío Chilpantzin”. 
En el grupo de música latinoamericana estaban como integrantes Francisco Arroyo Matus, Germán Santos Contreras, Jesús Nando López, José Ariel Arroyo Matus y el propio David Adame Nava, quienes obtuvieron el subcampeonato nacional en un evento artístico organizado por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE) celebrado en la ciudad de Tijuana, Baja California. Eso ocurrió en 1975.
 El grupo también dio conciertos en diversas ciudades del país adonde fueron invitados por varias universidades. Al concluir parte de sus estudios universitarios, el grupo se desintegró. Germán fue llamado como maestro de música y se unió con David formando el “Dueto Chilpantzin”. En 1982 invitaron a Salatiel Ojeda. Con él dieron formalidad al trío. Con mucho esfuerzo, que habla de su amor por la música, grabaron un disco. Ahí se refleja la calidad poética de David Adame Nava.
 David Adame Nava ha compuesto un promedio de cien canciones, las más gustadas y que el público comparte con él son “Tierra de Poetas”, canción de evocaciones de Chilpancingo y “Circuito Azul”, que narra un viaje por poblaciones hermosas llenas de colorido y de tradición que el mismo Pancho Padilla bautizara como “Camino de mis Amores”. Y David retomó sus vivencias para hablar en el lenguaje de los habitantes de Chilpo, Tepe, Mochi, Quechu y Colo, haciendo alusión a Chilpancingo, Tepechicotlán, Mochitlán, Quechultenango y Colotlipa. 
David jamás se apartó de la música, dio clases en varios jardines de niños y también en su domicilio de las calles de 16 de septiembre donde vendió instrumentos musicales y sus grabaciones. Ahí llegaban niños a aprender a tocar guitarra, piano, flauta, órgano. 
David fue un buen maestro. Durante la charla nos cantó una de sus bellas canciones; “Mochitlán”, tierra a la que amó entrañablemente y donde deja muchos amigos. “Mochitlán” es una canción bellísima. 
Con el “Trio Chilpantzin” le grabaron a Héctor Cárdenas Bello, a Francisco Arroyo Carbajal y a otros compositores.
 TIERRA DE POETAS
  Noches de serenata como estrellas en el cielo,
guitarras que resuenan con leal sonoridad,
pues cantan a la guapa mujer chilpancingueña
nacida aquí, en mi bella y hermosa capital.
  Sus barrios son pilares del viejo Chilpancingo
que vio nacer poetas, cantores del amor.
Su eterna catedral regala majestuosa
el intimo Congreso de Libertad y de Unión.
  Por eso es que yo vuelvo a mi tierra emocionado,
recuerdo a San Mateo que ya es tradicional,
paseo por sus calles con su sabor a barro
en noches de diciembre paladeando un buen mezcal.
  Si voy a San Antonio saboreo un buen pozole,
si bajo a San Francisco a probar el toronjil,
que bellas las mazorcas que luce el tlacolole,
Santa Cruz siempre de fiesta que alegra su vivir.
  En tu valle yo recuerdo, me contaron mis abuelos
que el chirrión tlacololero hacia restallar,
el porrazo de tigres ya no se hace en el Huacapa,
pero hoy tenemos feria todavía en Navidad.
  Que lindo Chilpancingo, mi tierra es de poetas,
cantaron en su tiempo con todo el corazón,
por eso es que yo ahora, pulsando mi guitarra
te canto con el alma de humilde trovador.
 Nuestra solidaridad y sentimientos de pesar a su querida esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, a todos sus queridos sobrinos quienes deben y tienen que sentirse orgullo de haber tenido un David Adame Nava, compositor y artista guerrerense de los grandes y quien vivirá siempre en nuestros corazones.
Descanse en paz.

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