jueves, 5 de febrero de 2015

COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

Los escenarios de desastre para Astudillo
La designación de Héctor Antonio Astudillo Flores, como candidato del PRI a gobernador por segunda vez, le mete mucho ruido no solo a la ofertada unidad de un partido que ha sabido camuflar las inconformidades internas de sus militantes, sino a la posibilidad de que ese partido obtenga el triunfo en la elección del 7 de junio próximo. Hay algunas pistas que permiten entender las razones por las que Astudillo Flores, lejos de llegar fortalecido a esa contienda, lo hace en un escenario mucho más complicado que el de la elección de febrero de 2005, cuando perdió frente al hoy ex perredista, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Hay que ubicarlas.

ASTUDILLO: ESCENARIO DIFÍCIL.- Para el candidato del PRI las cosas se miden desde diversos ángulos. Y casi la mayoría están instalados en su contra. 1.- Astudillo Flores fue a la contienda de febrero de 2005 con el apoyo político del grupo Figueroa. De hecho, mediante un acuerdo político soterrado, obligó al entonces senador Héctor Vicario Castrejón, a declinar a su favor. Aglutinó en ese entonces los apoyos también, del grupo aguirrista. Sin embargo, perdió la elección por más de diez puntos porcentuales. Hoy no tiene los apoyos ni de uno ni de otro.  Figueroa le apostó en esta contienda interna tricolor, a su carta política representada por el dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero. Y el ex gobernador Ángel  Heladio Aguirre Rivero, hizo lo propio desde fuera del PRI, con el edil de la capital, Mario Moreno Arcos. Ambos fueron desplazados. 2.- El grupo Figueroa sabe que el arribo de Astudillo Flores como candidato del PRI a gobernador, fue producto de la presión política del diputado federal Manuel Añorve Baños, unida a la de su tutor político,  Manlio Fabio Beltrones Rivera. El punto es que dicho grupo político mostró evidentes signos de ruptura tanto con Manuel Añorve Baños, como con el propio Astudillo Flores. Y gracias a una maniobra mediática del diputado local, Rubén Figueroa Smutny, éste último decidió renunciar a la coordinación de los diputados locales priístas. Figueroa sabe que estará desprotegido políticamente ante un eventual arribo de Héctor Antonio Astudillo Flores como gobernador. Porque él y Manuel Añorve Baños, son lo mismo. La ausencia de Cuauhtémoc Salgado Romero, durante el registro del ex diputado local como candidato a gobernador, solo confirma dos cosas: la frialdad de los distanciamientos y la falsedad de la unidad tricolor. 3.- El edil capitalino Mario Moreno Arcos, siempre fue cuestionado tanto por Añorve Baños como por Astudillo Flores, en el sentido de que “se había sentado” durante la campaña a gobernador de Añorve Baños. Ese estigma político lo persiguió durante los últimos tres años. Y le sirvió como zancadilla política para dejarlo fuera de la candidatura tricolor al Senado de la república, durante la pasada elección federal de julio de 2012. Hoy, Astudillo Flores y Añorve Baños ponderan la trillada unidad para sumar al edil capitalino. Pero olvidan los golpes políticos que le infringieron durante esa elección. Y más aún, durante la campaña armada en su contra, por el empresario capitalino, Pioquinto Damián Huato. Mario Moreno Arcos podría estar considerando muy en el fondo, otorgarles un cheque en blanco a sus otrora, verdugos políticos internos. 4.- El ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, juega en el actual escenario, sus propias fichas políticas. En el PRI, tenía una vela prendida con el edil de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos. Pero ya se apagó. Y su relación política con Héctor Antonio Astudillo Flores se volvió tensa durante su periodo de tres años y medio como mandatario estatal. Fluyeron los cuestionamientos contra el gobernador con licencia. Y Aguirre Rivero en la actual coyuntura, es un factor político que tendrá un singular peso político durante la elección de gobernador. Pero además, viene de ganarle la elección a su primo, Manuel Añorve Baños, y sabe que la designación de Astudillo Flores, es una continuación de intereses del actual diputado federal tricolor y ex edil de Acapulco. Aguirre Rivero jugará en este escenario, todas sus canicas con el senador Socorro Sofío Ramírez Hernández. Y eventualmente, hasta con el edil con licencia de Acapulco, Luis Walton Aburto. El único escenario favorable para Astudillo Flores, es que no está tan cuestionado. Pero es un elemento que, al momento de la contienda electoral verdadera, se desvanece fácilmente. Es obvio que la tiene más complicada que en 2005. De eso ni duda cabe.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Trasciende de último minuto, la inminente designación del senador perredista Socorro Sofío Ramirez Hernández, como candidato a gobernador por el PRD. La mayoría de las tribus plancharon el acuerdo. A cambio, el grupo político del ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, habría sacrificado al diputado local, Ángel Aguirre Herrera –su hijo-, enviándolo a la competencia por la diputación federal en el distrito 9, y no a la alcaldía de Acapulco, la cual fue cedida a Evodio Velázquez Aguirre. Las cosas comienzan a despejarse también en el PRD.
dragonato@hotmail.com

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